Efraín Huerta nació el 18 de junio de 1914 en Silao, Guanajuato; cursó primaria y secundaria en León y Querétaro. En su adolescencia Huerta llegó a vivir a la capital de la República y llevó a cabo sus estudios en la Preparatoria Nacional de San Ildefonso. Más tarde se inscribió en la carrera de leyes, que no terminó. A mediados de la década de los treinta empezó a practicar el periodismo, actividad a la que dedicaría sus desvelos durante casi cincuenta años. De 1938 a 1941, participó en la publicación de la revista literaria Taller, a lado de sus compañeros universitarios que se dedicaban a las letras (Alberto Quintero Alvarez, Octavio Paz, Rafael Solana), quienes rechazaron el lirismo, subjetivo y esteticista y se proyectaron a campos más amplios de solidaridad universal y se buscó la coincidencia de las poéticas individual y social.Colaboró en los principales periódicos y revistas de la capital y en algunos de provincia, así como en la revista "Poemas del Bajío" en 1932.
Al mismo tiempo, se empezó a interesar en la política y en los grandes movimientos sociales. Se acercó a las organizaciones de izquierda y durante algunos años militó en las filas del Partido Comunista Mexicano.
El fin de su adolescencia y el inicio de su juventud coincidieron con grandes cambios en todo el mundo; son los meses y años de la entreguerra, el rearme, el ascenso del nazifascismo europeo, la Guerra Civil Española y el régimen del presidente Lázaro Cárdenas. Son los años y meses en que el surrealismo (cuyos primeros manifiestos aparecieron una década antes) empieza a tener una gravitación universal y es la época del apogeo del fervor nacionalista en México. Todo eso va a marcar profunda y decisivamente la escritura poética del joven Huerta.
Los primeros libros poéticos de Huerta hablan del alba y del amor con tonos de adelgazada y tensa melancolía. En esos textos juveniles no es fácil descubrir al poeta desenfadado y de ácidas ironías de sus libros de madurez. Estas afirmaciones permiten destacar la riqueza y la variedad de los diferentes registros de la obra huertiana. No hay en ella ninguna contradicción: Huerta es muchos poetas que coexisten, sin discordia, en el mismo artista.
Es el poeta civil, urbano, amoroso, alburero, indignado y conmovedor de los años principales del siglo XX mexicano. Escribió cerca de cincuenta poemínimos, en los cuales puso una nota de humor y desenfado, en una época en que ésto escaseaba en la poesía mexicana.
Vale la pena destacar un libro fundamental de entre su vasta producción poética, publicado en 1944. Es la expresión culminante de la primera época en la obra poética de Efraín Huerta. En él habla de la ciudad y canta a las calles y a sus habitantes con una emoción que no se conocía en nuestra lírica. Ello le valió ser llamado en muchas ocasiones "poeta de la ciudad", fórmula sintética que sirve para situarlo en una tradición a la que pertenece Charles Baudelaire en París, a Dámaso Alonso en Madrid, de poetas que tomaron la vida y la agonía a las urbes del tiempo moderno como su tema principal. Y a la vez resulta una simplificación con la que se corre el riesgo de olvidar otras facetas de su trabajo literario.
Para muchos críticos y comentaristas, Huerta es principalmente un poeta amoroso; para otros, su contribución a nuestras letras es el encendido tono de protesta política de su poesía civil. Su poesía fue reunida en un tomo de más de seiscientas páginas por el Fondo de Cultura Económica en 1988.
Ejerció durante muchos años la crítica de cine sobre todo en el semanario El Fígaro. Usó los seudónimos de Filmito Rueda, Juanito Pegafuerte, El periquillo, Juan Ruiz y Julián Sorel.
Autor de Absoluto amor (1935); Línea del alba, 1936; Los hombres del alba , 1944; Poemas de guerra y esperanza, 1943; La rosa primitiva, 1950; Poesía, 1951; Poemas de viaje, 1949-1953; Estrella en alto y nuevos poemas, 1956; Para gozar tu paz, 1957; ¡Mi país, oh mi país!, 1959; Elegía de la policía montada, 1959; Farsa trágica del presidente que quería una isla, 1961; La raíz amarga, 1962; El Tajín, 1963; Poemas prohibidos y de amor, 1973; Los eróticos y otros poemas, 1974; Estampida de poemínimos, 1980; Tranza poética, 1980; En 1956 escribió el ensayo Maiakovski, poeta del futuro.
Entre sus premios, recibió las Palmas Académicas del gobierno de Francia en 194; en 1975 el premio Xavier Villaurrutia; el Premio Nacional de Artes en 1976; el Premio Nacional de Periodismo en 1978.
Considerado uno de los poetas más importantes del siglo XX en América Latina, el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional de la UNAM resguarda el acervo de Efraín Huerta, testimonio de la época posrevolucionaria de los años 30 y 40, que se reflejó en la poesía.Se trata de la correspondencia con su primera esposa, Mireya Bravo, además de unas 40 ediciones especiales de la obra del artista, fotografías, carteles y videos, que en 2007 ingresaron a la Biblioteca Nacional.
Se trata de una colección que, junto con la de Carlos Pellicer, Mariano Azuela, Ermilo Abreu, Celestino Gorostiza y del Centro Mexicano de Escritores, entre otras, el Fondo Reservado enriquece la compilación de la sala de escritores del país, destacó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un comunicado.
Rebeca Trejo Díaz, encargada del Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional, comentó que Efraín Huerta es considerado uno de los poetas más importantes del siglo pasado en Latinoamérica, y su estudio auxilia en el conocimiento de las letras.
En tanto, Eduardo Serrato Córdova, integrante del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFl), afirmó que se trata de un acervo importante, histórico, literario y de crónicas periodísticas, imprescindible en la nueva literatura mexicana.
Asimismo, es una muestra irrefutable del momento de modernidad que se dio en los años 30 y 40, una etapa posrevolucionaria que se reflejó en la poesía, cuando se estudió al marxismo de manera académica y se introdujo el psicoanálisis, por lo que no fue fácil aceptar la transformación del pensamiento crítico.
Todo ese mundo, añadió, está resumido en las cartas personales de los escritores, de ahí la importancia de mantenerlas en una universidad pública, de libre acceso, y comentó que se estudia la posibilidad de digitalizar los registros para su mejor conservación.
De esta forma, resaltó, podrán estar a disposición de investigadores, historiadores, estudiantes y curiosos.
Por su parte, el catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), Carlos Oliva Mendoza, celebró que la UNAM resguarde la obras y estimó importante darla a conocer lo antes posible para hacer más sagaz la crítica y más democrática la difusión de las letras.
El Fondo Reservado está conformado por varios acervos, la mayoría anteriores al siglo XX, como el de "Libros raros y curiosos", el "Fondo de origen de la Biblioteca Nacional", de "Archivos y manuscritos" y "Especiales", en el que se localiza el de Huerta.
Su acceso está restringido a investigadores y tesistas, nacionales y extranjeros, que hayan tramitado una credencial.
Efraín Huerta nació el 18 de junio de 1914 en Silao, Guanajuato, y más tarde se trasladó al Distrito Federal, donde estudió en la Escuela Nacional Preparatoria. Sus primeros poemas de refieren al alba y al amor, con tonos de melancolía.
No obstante, no se puede descubrir en ellos al escritor desenfadado y de ácidas ironías de las publicaciones de madurez.
Escribió cerca de 50 poemínimos (género breve inventado por el propio poeta), que destacan por su chispa, configuración espacial, humor y creatividad.
Fue participe de las marchas a favor de la Revolución, de los sindicatos y de los movimientos sociales populares, casi al parejo de José Revueltas. De esa epoca es "Los hombres del alba", obra que da cuenta del ambiente de efervescencia social.
Es autor de obras como Absoluto amor, Línea del alba, Poemas de guerra y esperanza, La rosa primitiva, Poesía, Poemas de viaje, Estrella en alto y nuevos poemas, Para gozar tu paz, Mi país, oh mi país!, Elegía de la policía montada, Farsa trágica del presidente que quería una isla, y La raíz amarga.
Su trabajo le hizo acreedor de las Palmas Académicas del gobierno de Francia, así como de los premios Xavier Villaurrutia, Nacional de Artes y Nacional de Periodismo. Efraín Huerta murió en la Ciudad de México el 3 de febrero de 1982
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