Hotel Palacio Hilton / Chihuahua en la Historia

Usted estaría aquí
El Heraldo de Chihuahua
12 de agosto de 2009
Flora Isela Chacón

Una de las transformaciones más severas ocurrió sin duda alguna en el primer cuadro del Centro Histórico de la ciudad, cuando en 1970 el Hotel Palacio Hilton fue derribado para asegurar la prolongación de la calle Independencia, antes avenida del Comercio.

Era 1890 cuando la entonces boyante sociedad contó con un elegante y hermoso edificio, cuya arquitectura clásica, con una construcción en cantera blanca labrada con carrizón, llamaba la atención de propios y extraños, y sobre todo porque junto con los Arcos del Ayuntamiento y la Catedral Metropolitana ofrecían total armonía a la vista. Conocido primero como Hotel Palacio, propiedad de Luis Terrazas, quien adquirió el terreno a finales del siglo XIX, el edificio fue erigido al verse la necesidad de alojamiento para los visitantes distinguidos, que por entonces eran hospedados en las Casas Consistoriales, hoy Presidencia Municipal, o en cuartos de alquiler en viviendas de la Villa de San Felipe.

En esa misma época surgieron hoteles, como el American House, los hoteles Chihuahua, Estados Unidos, el Central y el San Juan; el Hotel Maceyra, el Robinson McClaid en la calle Libertad y el Zuloaga en la Victoria; los hoteles París, Francia y el Francés de la calle Libertad. Con una decoración elegante y sencilla, el hotel había surgido como hotel-palacio y como palacio fue considerado durante su existencia, hasta que en 1937 todo el hotel sufrió un incendio y los dueños decidieron reedificar el inmueble, ahora con un estilo sobrio y seis pisos de construcción y uno más para la terraza y un salón de fiestas. En 1940 los dueños, los hermanos Laguette, contactaron a Conrad Hilton, empresario estadounidense dueño de la cadena de hoteles Hilton, para integrar el edificio al emporio, siendo entonces el primer hotel internacional de la cadena y denominado "Hotel Palacio Hilton".

Inició entonces la mejor época del hotel, que llegó a tener entre sus huéspedes a personajes como Gustavo Díaz Ordaz, José Alfredo Jiménez, Roberto Cantoral, Lupita Palomera, Isela Vega, Martha Duval e Imelda Miller, así como el desaparecido Beto Díaz para amenizar los bailes de fin de año. El esplendor del hotel fue a pique durante los años y para 1968 ya se sabía que sería demolido, lo que se hizo realidad dos años después. En su lugar se construyó un edificio simple y sin ninguna belleza, que actualmente, igual que ayer, no tiene utilidad alguna, que hace confirmar, en este caso sobre todo, que los tiempos pasados sí fueron mejores para una buena imagen urbana de la capital.