Madrid, 19 de enero. Hacer un musical con la trágica historia de Ana Frank, la niña judía que murió en un campo de concentración en 1945 y se convirtió en un símbolo universal de las víctimas de la barbarie nazi, parece cuando menos una idea arriesgada. Pero ése es precisamente el reto asumido por un montaje que será estrenado en Madrid en febrero próximo, con la joven artista cubana Isabela Castillo como protagonista. Los herederos de Frank están indignados con el proyecto. Incluso trataron de frenarlo, pero sin éxito.
Titulado "El Diario de Ana Frank", un canto a la vida, el primer musical sobre la niña judía es una idea de Rafael Alvero, director ejecutivo de la obra, un proyecto que llevaba acariciando desde hace 10 años. La admiración por la figura de Ana Frank y su amor por la música motivó a Alvero a llevar esta historia al escenario, en un espectáculo que en la presentación de la obra describió como “emocionante, para toda la familia y de carácter pedagógico”.
A Buddy Elias, sin embargo, la idea de este musical le produce “horror”, según relató en una entrevista con Dpa. Este actor de origen alemán es, a sus 82 años, el último pariente vivo de Ana Frank y a la vez presidente de la fundación que lleva su nombre, con sede en Basilea (Suiza), un cargo que heredó del padre de Ana, fallecido en 1980.
Esta fundación, la Anne Frank, es la única poseedora de los derechos del famoso diario en todo el mundo.
“La vida de Ana Frank y el Holocausto no pueden ser material para un espectáculo de este tipo”, dice Elias, primo de la niña judía. “Al pensar en ese musical siento tanta ira que los pelos se me ponen de punta”, agrega. Según Elias, los responsables de la obra contactaron con él hace ya tiempo, pero él se opuso al proyecto.
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