El hallazgo ocurrió durante el desarrollo de obras de cambio de drenaje y cableado eléctrico que lleva a cabo el gobierno capitalino.
Se trata de dos piedras talladas en forma cúbica cuya temporalidad se estima corresponde a la Fase Azteca III (1400-1500 d.C) y que en esa época formaron parte del remate de alguna alfarda o plataforma prehispánica, informó el arqueólogo Francisco Ortuño Cos, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El más reciente hallazgo, detalló, se registró el pasado 9 de enero, en la esquina de las calles de Correo Mayor y República del Salvador, donde se encontró una escultura antropomorfa con la forma de cabeza de víbora, cuando trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro trabajaban en el cambio del cableado eléctrico subterráneo.
"Las obras se realizaban cerca de un edificio del siglo XVIII, donde al hacer las excavaciones registraron una de las caras de la piedra labrada e inmediatamente se dio aviso al INAH", comentó el especialista.
Asimismo refirió que al lugar acudió el arqueólogo Miguel Hernández, quien determinó que efectivamente se trataba de una pieza prehispánica.
"La escultura que aún presenta pigmentación de tonalidades rojizas, se encontró debajo de la esquina de dicha construcción colonial, donde se observó que ésta fue usada para cimentar el inmueble", abundó.
Luego de hacerse el registro correspondiente se procedió a la limpieza y extracción de la piedra labrada para emprender su proceso de restauración, manifestó.
Otro hallazgo similar -continuó Ortuño Cos-, se suscitó el pasado 17 de diciembre en las calles de Mesones y 5 de Febrero, donde se localizó otra escultura semejante en forma de cabeza de serpiente.
"Esta fue encontrada durante el desarrollo de trabajos de cambio de drenaje, en la parte inferior de un muro de contención del siglo XIX" y al igual que la anterior, fue reutilizada como cimentación, por lo que se desconoce cuál fue la ubicación original que tuvieron en la época prehispánica, precisó el arqueólogo.
Con dimensiones de cerca de 60 x 60 centímetros, ambas esculturas fueron localizadas a una profundidad de 1.30 metros.
La primera, que fue encontrada en diciembre, es de roca de basalto y la segunda, localizada esta semana, es de cantera.
"Para sorpresa de nosotros en menos de 30 días se han encontrado este par de esculturas con características similares" , acotó.
Comentó que estas piezas representan los más significativos hallazgos registrados desde el inicio de las obras de remodelación del Perímetro A que el Gobierno del Distrito Federal lleva a cabo en el Centro Histórico de la ciudad.
"Desde los primeros meses del 2007, cuando se emprendieron los trabajos, el INAH ha mantenido personal de manera permanente para la vigilancia y supervisión de cualquier tipo de hallazgo que pudiera presentarse tanto de temporalidad prehispánica como colonial y del siglo XIX, a fin de proteger este patrimonio cultural" , apuntó Ortuño Cos.
Asimismo manifestó que entre los materiales que también se han hallado, se encuentran restos de drenajes y colectores y fragmentos de cerámica de distintos periodos.
Finalmente, el arqueólogo del INAH agregó que el registro de dichos hallazgos permite contar con nuevos elementos para configurar parte del 'rompecabezas' en las tareas de investigación histórica sobre la antigua ciudad de México Tenochtitlan.
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