08-01-2008.
Uno de sus raros desnudos femeninos y un formidable tríptico de Francis Bacon (Dublín, Irlanda, 28 de octubre de 1909 – Madrid, España, 28 de abril de 1992)) pintado bajo el impacto del suicidio de su amante homosexual George Dyer dominarán las subastas de arte de posguerra y contemporáneo que celebran Christie's y Sotheby's, el próximo febrero en Londres.
El tríptico que subasta Christie's el 6 del próximo mes, titulado sencillamente "Tryptich 1974-77" , es la última obra de la serie que pintó Bacon como reacción a la trágica muerte de Dyer en 1971.
"Lo pintó justo a tiempo para su exposición en el Museo Metropolitano de Arte Contemporáneo como homenaje a Dyer y es el tríptico más importante de Bacon subastado nunca" , afirma Pilar Ordovás, directora de Arte Contemporáneo de Christie's.
Se trata, según los expertos, de una de las pinturas más misteriosas realizadas por aquél en la década de los setenta.
Ejecutada entre mayo y junio de 1974, se considera la obra más ambiciosa incluida en la gran retrospectiva que le dedicó el museo neoyorquino ese mismo año.
Con sus imágenes de paraguas negros sobre una playa semidesierta y la figura desnuda de su amante George Dyer retorciéndose en una playa desierta o vigilado en el panel central por dos rostros casi orwellianos, el tema y la apertura del paisaje playero marcan un punto de inflexión en la obra del artista.
La exposición que dedicó a Bacon el Museo Metropolitano de Arte fue la más importante desde la retrospectiva organizada por el Grand Palais parisino en 1971.
En vísperas de aquella exposición, Dyer se quitó la vida mientras se encontraba solo en un hotel de la capital francesa que compartía con Bacon.
El trágico suicidio de su amante dejó una profunda impronta tanto en esa como en posteriores obras del artista británico.
Unos días después, el 27 de enero, Sotheby's ofrece también al mejor postor en otra subasta de arte de posguerra y contemporáneo la obra de Bacon Titulada "Estudio de desnudo con figura en un espejo" .
Se trata de uno de los pocos desnudos femeninos que pintó el artista y representa a su amiga Henrietta Moraes tendida sobre una mesa redonda con su rostro simiesco -de clara inspiración picassiana- y observada por una misteriosa figura masculina, que aparece sentada a su lado con la cabeza cubierta por un sombrero, cuya imagen se refleja en un espejo vertical.
Bacon pintó este cuadro en 1969 durante su apasionada y tormentosa relación con el citado George Dyer, sin duda una de las etapas más emocionales de su vida de artista. Es una obra de una extraordinaria audacia y complejidad formal que ha figurado hasta ahora en todas las grandes retrospectivas del artista.
El precio estimado de este último lienzo, que demuestra su profundo conocimiento de ilustres predecesores como Miguel Ángel, Rembrandt o Manet y hay que situar en el ápice de la carrera del artista, oscila, según Sotheby's, entre los 24.3 y los 33.8 millones de euros.
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