"El Cantar de Mio Cid es una de las obras más hermosas de la literatura española y es de especial relevancia que haya sido traducida al hebreo", dijo a Efe Rosa María Moro, directora del Instituto Cervantes de Tel Aviv, con motivo de la presentación del libro.
La obra ha sido publicada por la editorial Rimonim y su traducción al hebreo es de Arie Stav.
El Cid Campeador no es una figura totalmente extraña en Israel, según explica Assaf Ashkenazi, profesor en el Departamento de Estudios de Literatura Española y Latinoamericana de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
"Aquí ya se conocía al Cid, pero no por el libro, sino por la serie de dibujos animados que se emitía en Israel. Gracias a la serie conocemos a este héroe español y, ahora, la publicación del libro ofrece una importante oportunidad para que los israelíes lo conozcan tal como salió a la luz en 1207", indicó el académico.
Según Ashkenazi, "para todo país es muy importante tener un héroe que signifique algo, y el Cid sí significa algo para los españoles: la importancia del honor, de ganar y de servir al Gobierno y al país".
La directora del Cervantes entiende que "en los últimos años se ha incrementado en Israel el interés por conocer la literatura española e hispanoamericana", como muestra el éxito de "La sombra del viento", de Carlos Ruiz Zafón, que se está "vendiendo muchísimo" en el país.
"Cuando hace diez años comenzamos a colaborar con el Instituto de Traducción de Israel había sólo 40 obras de autores españoles traducidas, una cifra que se ha duplicado en este tiempo", añadió.
Entre los autores españoles más traducidos a la lengua hebrea están Camilo José Cela y Antonio Muñoz Molina, aunque también se pueden encontrar en este idioma obras de Juan José Millás, Manuel Rivas, Juan Marsé, Eduardo Mendoza y Antonio Colinas.
Según Ashkenazi, el interés por la literatura en español se debe, en parte, al gran seguimiento de las telenovelas en la televisión israelí, que "son un importante mecanismo de difusión de la literatura española y latinoamericana".
El Cantar de mio Cid es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance.
El poema consta de 3.735 versos anisosilábicos de extensión variable, aunque dominan versos de 14 a 16 sílabas métricas. Los versos del Cantar de mio Cid están divididos en dos hemistiquios separados por cesura. La longitud de cada hemistiquio es de 4 a 13 sílabas, y se considera unidad mínima de la prosodia del Cantar. No hay división en estrofas, y los versos se agrupan en tiradas, es decir series de versos con una misma rima asonante.
Está escrito en castellano medieval y compuesto alrededor del año 1200 (fechas post quem y ante quem: 1195–1207). Se desconoce el título original, aunque probablemente se llamaría gesta o cantar, términos con los que el autor describe su obra en los versos 1.085 y 2.276, respectivamente.
El Cantar de mio Cid es el único conservado casi completo de su género en la literatura española y alcanza un gran valor literario por la maestría de su estilo. Los cuatro textos épicos conservados, además del que nos ocupa, son las Mocedades de Rodrigo —circa 1360—, con 1700 versos, Cantar de Roncesvalles —ca. 1270— (fragmento de unos 100 versos) y una corta inscripción de un templo románico, conocida como Epitafio épico del Cid —¿ca. 1400?—). Del texto que aquí nos ocupa solo se ha perdido la primera hoja del original y otras dos en el interior del códice, pero su contenido puede ser deducido de las prosificaciones cronísticas, en especial de la Crónica de veinte reyes.
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