Brigita Anguiano dijo que "no importa si lleva su nombre o si en éste se reconoce a la segunda generación de grandes muralistas mexicanos a la que él pertenece; pero ahora es el reto y el sueño de su familia", declaró en charla con Notimex.
La viuda de Anguiano asistió este jueves a la inauguración de la exposición de más de una veintena de obras realizadas por el artista plástico y que son propiedad de la colección de la familia Zapanta.
"Aunque esta colección cuenta con hermosas obras de mi esposo, me considero ser la poseedora del acervo más importante de este muralista", dijo Brigita Anguiano, quien adelantó que si se concreta el museo nacional ofrecerá a éste 200 obras originales.
"Muchas de ellas son inéditas", destacó en entrevista y añadió que en su pasado cumpleaños se dio ella misma, como regalo, recuperar el "Tigre rojo", una de las pinturas de su extinto esposo.
"Esta obra fue vendida por mi esposo en cinco mil pesos hace muchos años, pero la busqué con tanto ahínco que la pude recuperar, aunque con un costo de 45 mil dólares", expresó.
Asimismo apuntó que "poco antes de que muriera su esposo, una de las versiones de `La espina` fue subastada en Estados Unidos. La intentamos recuperar, pero estuvo fuera de nuestro alcance porque se vendió en 156 mil dólares", indicó.
Reveló que la obra "Los dolientes`, que tambien pretendió recuperar, se vendió en cien mil dólares, "pero en esos costos ya no tengo posibilidades de competir", señaló.
Brigita, nacida en Letonia, se dijo mexicana de corazón, "por eso me he empeñado en que se logre ese museo y que su obra quede en la Ciudad de México, en donde tuvo tantos logros y satisfacciones".
La viuda, acompañada de su hija Lynda Eckermann, fueron junto con el cónsul de México en Los Angeles, Juan Marcos Gutiérrez, y la familia Zapanta, los que inauguraron la exhibición que estará dos meses en un salón del consulado.
"Cuando entré al consulado me estremecí y me emocioné mucho", contó a Notimex, Brigita, "ya que en la entrada principal está el enorme mural `Grandeza mexicana` que fue pintado por Anguiano hace varios años", respondió.
Ella mantiene el ritual que por muchos años realizó al lado de su esposo, de radicar unos meses en su condominio de Huntington Harbor, en el sur de California, y otro en la Ciudad de México.
"Me considero una extranjera en México luchando para la cultura de México", se definió así Brigita, quien se dijo todavía asombrada a la fecha por su esposo "porque sigo encontrando maletas llenas de sus dibujos que nadie ha visto".
"Raúl Anguiano tiene su museo en Guadalajara y la sala Anguiano en Tijuana, pero mi lucha es el museo nacional que está tomando camino y que espero se concrete pronto porque queda poco tiempo", insistió.
Refirió que es impresionante el número de obras que tiene dispersas en el mundo, "tiene colecciones en Nueva York, en Bélgica, Italia, El Vaticano y Alemania, entre otros, pero puedo decir que son miles de obras las que él pintó", añadió.
El cónsul Juan Marcos Gutiérrez, antes de inaugurar el evento, destacó que la obra "muestra a un hombre que no se desprende ni un minuto de su amor por México, sus indígenas y sus mujeres, aunque también tiene paisajes y otras expresiones".
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