Para enfrentar la crisis económica, México necesita de un nuevo contrato social "que no se diluya en proyectos parciales, sino que mire al conjunto, un proyecto que nos comprometa a todos", consideró el escritor e intelectual Carlos Fuentes Macías.Al recibir la medalla "Adolfo Ruíz Cortines" del pueblo y gobierno de Veracruz, demandó la instauración de un programa de empleo "que no sea circunstancial y de a poquito", sino que constituya un llamado nacional a proteger y ampliar las fuentes de trabajo.
"Mediante un programa comparable al trato del presidente franklin-Roosvelt para enfrentar la crisis en 1932 y al nuevo trato que el presidente Barack Obama intenta poner en pie", destacó desde tribuna del Congreso del Estado.
El ex diplomático mexicano, reconoció cierto temor de que a partir de las dificultades actuales muchos países pierdan la voluntad democrática y tomen el camino tentador y fácil del capitalismo autoritario: de crecimiento sin libertad.
"El modelo es seductor pero es falso, ya lo conoció el América Latina durante la guerra fría. El desarrollo fue ficticio, la fachada perecedera y la libertad postergada", advirtió el autor de La Silla del Águila (2003).
Y es que, Fuentes Macías, aseguró que la crisis presenta a todos una carta de obligaciones y derechos basada en la realidad, pues "la crisis es global, nadie se escapa de ella, requiere cooperación internacional, pero también y sobre todo precisa acción interna".
En sesión solemne del pleno del Congreso, el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán entregó la medalla "Adolfo Ruiz Cortines" al destacado escritor por su destacada participación social no sólo a nivel nacional sino internacional.
Durante su discurso de agradecimiento, el Premio Cervantes de Literatura 1987, recordó que la democracia, como lo menciono Wiiston Churchil, no es el mejor sistema político, es simplemente el menos malo.
"No es una panacea, es como la libertad misma, un proceso perfeccionable pero nunca perfecto cuya virtud consiste en revelar los problemas en vez de disfrazarlos y al hacerlo, claro está, revela también la magnitud y el número de los problema", sentenció.
En ese sentido, dijo que es cómodo e inteligible que un país prolongue los hechos que le resultan favorables y provechosos: el petróleo, turismo, remesas de trabajadores, los cuales -afirmó- han dado a México provecho, aunque a veces nos han adormecido dejando de lado obligaciones latentes.
El también Premio Príncipe de Asturias, precisó que con la crisis fueron vulnerados tres capítulos del ingreso de México: petróleo a la baja, turismo en descenso y candados aun mayores a la migración.
"Nos vemos obligados a renovar prioridades y a fortalecer propósitos en México. Hacerlo ahora dentro el marco de la democracia", consideró, al afirmar que es urgente que se proponga cuanto antes un programa de empleo que no sea circunstancial y de a poquito.
"Sino que constituya un llamado nacional a proteger y ampliar las fuentes de trabajo mediante un programa comparable al nuevo trato del presidente Franklin-Rooslvelt para enfrentar la crisis en 1932 y al nuevo trato que el presidente Barack Obama intenta poner en pie", destacó.
El escrito pidió rechazar un escenario fatal de un desempleo sin salida destinado a esconderse en las callejuelas del crimen y la violencia.
"Destapemos de una vez el boom creativo de un proyecto de empleo, que atiende los terribles retrasos de nuestro país, a partir de dos extremos: por un lado apoyo a las Pymes y, por el otro, a comunidades indígenas", agregó.
Propuso que el centro de dicho programa debe ser renovación de la infraestructura, caminos, carreteras, presas, urbanismos, puertos, energía eléctrica, salud, educación, es decir, subrayó, "romper la fatalidad que en medio de los progresos alcanzados siempre condenan a muchísimos mexicanos a vivir en la pobreza".
Es necesario, afirmó, darle cara a la crisis con el corazón y los brazos de todos los mexicanos: trabajo, educación y salud; tierra y agua.
"Todo ello debe ser parte de un nuevo contrato social mexicano que no se diluya en proyectos parciales sino que mire al conjunto, un proyecto que nos comprometa a todos, movilizando no sólo a las fuerzas existentes, sino a la basta reserva de energía latente y desaprovechada del país".
Se trata, abundó, que el trabajador que regresa del norte encuentre aquí las oportunidades de trabajo en lugar de la desesperación y el crimen; que el niño que nazca aquí encuentre la salud y educación necesarias para crecer como ciudadano; que el hombre y mujer que envejezcan cuenten con apoyo y oportunidades.
Es necesario que la crisis -agregó- se supere con democracia, "porque yo no oculto el temor de que a partir de las dificultades actuales muchos países pierdan la voluntad democrática y tomen el camino tentador y fácil del capitalismo autoritario: crecimiento sin libertad. El modelo es seductor pero es falso".
"Hoy nos corresponde demostrar que podemos sortear esta crisis sin inmolar una democracia ganada a pulso con la voluntad y a veces el sacrificio de muchos ciudadanos. Una democracia niña, merecedora de grandes cuidados, vigilancia y amor", manifestó.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario