CONACULTAEditor: ManuelZavala y Alonso
Los actores Adriana Barraza, Héctor Suárez y Antonio Crestani, director del Centro Cultural Helénico, interpretaron la tarde noche del jueves tres de los relatos publicados en el libro El reino de los actores no es de este mundo, que reúne experiencias del actor y director de escena Sergio Jiménez.
Un centenar de personas se reunieron en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico para recordar al hombre de teatro, cine y televisión con un libro sobrio que debe sus mil ejemplares al esfuerzo de las amigas y alumnas de Jiménez: Irma Zermeño y Adriana Barraza.
El libro póstumo El reino de los actores no es de este mundo será obsequiado gratuitamente para cumplir con una de las voluntades del actor, director y productor Sergio Jiménez.
Jesús Ochoa, Martha Aura, Patricia Manterola y Edgar Vivar, entre otros actores, asistieron al homenaje en el que Jiménez los hizo gozar con sus relatos, algunos de ellos experiencias comunes en el mundo de los intérpretes de teatro.
“Estoy muy contento de estar con mi hermano de muchos años, de mucho trabajo, experiencias y hermosos recuerdos”, declaró Héctor Suárez, el más aplaudido por su interpretación del texto Como he tenido mala vida, pos’ te mal quiero, sobre un hombre ebrio que se despide de su amante con una carta plena de picardías.
“Nos dirigimos al alimón muchas veces. Yo tuve la oportunidad de dirigirlo y él a mí. Y los dos no cantábamos mal las rancheras en lo severos y exigentes”, comentó después el actor sobre su amigo, quien deseó que todos los directores fueran igual de severos y rigurosos con el trabajo artístico.
Fue Antonio Crestani, en sus inicios alumno de Sergio Jiménez, quien leyó el texto dramático titulado Superman busca empleo, sobre las peripecias que debe enfrentar un actor joven para hacerse de un pequeño papel en una película dirigida por un hombre duro y estricto.
De los 17 textos que reúne el libro, Adriana Barraza eligió Ponchados y ojetes en la ópera, una aventura sobre dos amigos que aspiran a un papel entre los egipcios de la ópera Aída y terminan como harapientos etíopes.
La actriz nominada al Óscar por su papel en la película Babel y “hechura de Sergio Jiménez”, según sus propias palabras, detalló que los mil ejemplares del libro serán regalados en el cruce de las avenidas Universidad y Miguel Ángel de Quevedo para cumplir con el deseo de su maestro. Recordó que, en el futuro, las cenizas del director serán llevadas a Grecia, otra de sus voluntades.
El ausente de la noche fue el actor Humberto Zurita, que dedicó, en la voz de Irma Zermeño, un mensaje escrito para su amigo desde Miami, donde cumple compromisos de televisión.
Un centenar de personas se reunieron en la Capilla Gótica del Centro Cultural Helénico para recordar al hombre de teatro, cine y televisión con un libro sobrio que debe sus mil ejemplares al esfuerzo de las amigas y alumnas de Jiménez: Irma Zermeño y Adriana Barraza.
El libro póstumo El reino de los actores no es de este mundo será obsequiado gratuitamente para cumplir con una de las voluntades del actor, director y productor Sergio Jiménez.
Jesús Ochoa, Martha Aura, Patricia Manterola y Edgar Vivar, entre otros actores, asistieron al homenaje en el que Jiménez los hizo gozar con sus relatos, algunos de ellos experiencias comunes en el mundo de los intérpretes de teatro.
“Estoy muy contento de estar con mi hermano de muchos años, de mucho trabajo, experiencias y hermosos recuerdos”, declaró Héctor Suárez, el más aplaudido por su interpretación del texto Como he tenido mala vida, pos’ te mal quiero, sobre un hombre ebrio que se despide de su amante con una carta plena de picardías.
“Nos dirigimos al alimón muchas veces. Yo tuve la oportunidad de dirigirlo y él a mí. Y los dos no cantábamos mal las rancheras en lo severos y exigentes”, comentó después el actor sobre su amigo, quien deseó que todos los directores fueran igual de severos y rigurosos con el trabajo artístico.
Fue Antonio Crestani, en sus inicios alumno de Sergio Jiménez, quien leyó el texto dramático titulado Superman busca empleo, sobre las peripecias que debe enfrentar un actor joven para hacerse de un pequeño papel en una película dirigida por un hombre duro y estricto.
De los 17 textos que reúne el libro, Adriana Barraza eligió Ponchados y ojetes en la ópera, una aventura sobre dos amigos que aspiran a un papel entre los egipcios de la ópera Aída y terminan como harapientos etíopes.
La actriz nominada al Óscar por su papel en la película Babel y “hechura de Sergio Jiménez”, según sus propias palabras, detalló que los mil ejemplares del libro serán regalados en el cruce de las avenidas Universidad y Miguel Ángel de Quevedo para cumplir con el deseo de su maestro. Recordó que, en el futuro, las cenizas del director serán llevadas a Grecia, otra de sus voluntades.
El ausente de la noche fue el actor Humberto Zurita, que dedicó, en la voz de Irma Zermeño, un mensaje escrito para su amigo desde Miami, donde cumple compromisos de televisión.
Dalila Carreño / Agencia Reforma
Ciudad de México
Adriana Barraza y Héctor Suárez presentaron el libro El reino de los actores no es de este Mundo la noche de este jueves en la Capilla del Centro Cultural Helénico, en donde recordaron a Sergio Jiménez, autor del texto, como un gran amigo y un hombre lleno de sabiduría.
“Estamos muy contentos de que haya sido en este espacio y que se quede, aparte de todo lo que hizo por la actuación y los escenarios, su obra literaria”, explicó Barraza.
“Esto era un deseo que Irma (Zermeño, amiga del fallecido actor) y yo tomamos como propio, él tenía muchos años queriendo publicarlo y no lo hizo, pero ya está aquí”, agregó.
El libro, del que se editaron mil ejemplares y que se distribuirá gratuitamente, hace un recuento de algunas de las anécdotas de Sergio Jiménez, desde que era un jovencito que estudiaba en Bellas Artes.
“Lo vamos a regalar en Universidad y Miguel Ángel de Quevedo pero no les decimos cuando porque no queremos hacer un showcito, otros tantos se irán a la Casa del Actor, a la ANDA, la ANDI, para la escuela de Patricia Reyes Spíndola, algunos se quedarán en el Centro Cultural Helénico y así iremos”, afirmó.
Al momento de leer la presentación del libro, que Barraza escribió en primera persona, se le entrecortó la voz.
“Las personas que uno ha querido, las personas con las que uno ha convivido tantos años, uno siempre las extrañará”.
Por su parte, Héctor Suárez dijo sentirse muy honrado de estar en la lectura de los textos de quien considera su hermano.
“Tengo muchos hermosos recuerdos, me muero de ganas de devorar el libro, Sergio era un hombre muy inteligente, talentoso. Ojalá que todos los directores fueran como él: severos, exigentes, rigurosos, ortodoxos, y yo soy así, no canto mal las rancheras porque soy muy exigente con mi trabajo y el de mis actores”.
Gana Barraza disputa legal
A más tardar en un par de meses, Adriana Barraza, heredera universal de Sergio Jiménez, podrá tomar posesión de los bienes que El profe dispuso para ella antes de morir.
Aunque ha sido un proceso un tanto engorroso, la actriz indicó que la disputa legal por la herencia, que Iana Jiménez, hija del actor, comenzó, concluirá positivamente.
“Esa cuestión va como debe de ir. Supongo que, para cualquier persona, cualquier proceso judicial es algo difícil, simplemente porque no es algo cotidiano, y estar en juicios no es nada agradable”, indicó Barraza.
Actualmente, el proceso se encuentra en etapa de inventario y avalúo de los bienes, que incluyen una casa en el Ajusco, un departamento en San Ángel, un automóvil y una colección de libros.
El abogado de la actriz, Alejandro Gutiérrez, explicó que el juicio comenzó porque Iana pensaba que no había testamento.
El director de escena falleció el 2 de enero de 2007.
Ciudad de México
Adriana Barraza y Héctor Suárez presentaron el libro El reino de los actores no es de este Mundo la noche de este jueves en la Capilla del Centro Cultural Helénico, en donde recordaron a Sergio Jiménez, autor del texto, como un gran amigo y un hombre lleno de sabiduría.
“Estamos muy contentos de que haya sido en este espacio y que se quede, aparte de todo lo que hizo por la actuación y los escenarios, su obra literaria”, explicó Barraza.
“Esto era un deseo que Irma (Zermeño, amiga del fallecido actor) y yo tomamos como propio, él tenía muchos años queriendo publicarlo y no lo hizo, pero ya está aquí”, agregó.
El libro, del que se editaron mil ejemplares y que se distribuirá gratuitamente, hace un recuento de algunas de las anécdotas de Sergio Jiménez, desde que era un jovencito que estudiaba en Bellas Artes.
“Lo vamos a regalar en Universidad y Miguel Ángel de Quevedo pero no les decimos cuando porque no queremos hacer un showcito, otros tantos se irán a la Casa del Actor, a la ANDA, la ANDI, para la escuela de Patricia Reyes Spíndola, algunos se quedarán en el Centro Cultural Helénico y así iremos”, afirmó.
Al momento de leer la presentación del libro, que Barraza escribió en primera persona, se le entrecortó la voz.
“Las personas que uno ha querido, las personas con las que uno ha convivido tantos años, uno siempre las extrañará”.
Por su parte, Héctor Suárez dijo sentirse muy honrado de estar en la lectura de los textos de quien considera su hermano.
“Tengo muchos hermosos recuerdos, me muero de ganas de devorar el libro, Sergio era un hombre muy inteligente, talentoso. Ojalá que todos los directores fueran como él: severos, exigentes, rigurosos, ortodoxos, y yo soy así, no canto mal las rancheras porque soy muy exigente con mi trabajo y el de mis actores”.
Gana Barraza disputa legal
A más tardar en un par de meses, Adriana Barraza, heredera universal de Sergio Jiménez, podrá tomar posesión de los bienes que El profe dispuso para ella antes de morir.
Aunque ha sido un proceso un tanto engorroso, la actriz indicó que la disputa legal por la herencia, que Iana Jiménez, hija del actor, comenzó, concluirá positivamente.
“Esa cuestión va como debe de ir. Supongo que, para cualquier persona, cualquier proceso judicial es algo difícil, simplemente porque no es algo cotidiano, y estar en juicios no es nada agradable”, indicó Barraza.
Actualmente, el proceso se encuentra en etapa de inventario y avalúo de los bienes, que incluyen una casa en el Ajusco, un departamento en San Ángel, un automóvil y una colección de libros.
El abogado de la actriz, Alejandro Gutiérrez, explicó que el juicio comenzó porque Iana pensaba que no había testamento.
El director de escena falleció el 2 de enero de 2007.
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