El Heraldo de Chihuahua18 de junio de 2009
Novelista, cuentista y poeta. Un escritor a quien parece haberle llegado antes de tiempo el polvo del olvido, no por su muerte, no por su obra. Jesús Gardea Rocha, un escritor comprometido con sus ideales, que legó sus letras desde su natal Delicias para todo el mundo.
La tierra de los vencedores del desierto le vio nacer el 2 de julio de 1939 y luego se trasladó a Ciudad Juárez, donde vivió más de 30 años y estudió la carrera de dentista, que dejó para dedicarse por completo a escribir a la edad de 40 años.
Su biografía dice que fue descubierto por el poeta Jaime Labastida en el Encuentro de Escritores en Ciudad Juárez, quien además lo llevó a publicar "Los Viernes de Lautaro" en 1979, en la Editorial Siglo XXI, para seis meses después firmar contrato con la Editorial "Joaquín Mortiz" y publicar el compendio de cuentos "Septiembre y los Otros Días", que obtuvo el Premio "Javier Villaurrutia" 1980.
Cinco años después obtuvo el Premio "José Fuentes Mares" de la UACJ, en su primera edición, aunque el escritor lo rechazó; posteriormente fue nombrado "Hijo Predilecto de la Ciudad" por el Ayuntamiento de Delicias en 1987; fue becario del Sistema Nacional de Creadores de Arte en 1993 y recibió un homenaje nacional organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia en 1998.
Traducida su obra al inglés, francés y polaco, comprende cinco libros de cuentos, doce novelas y un libro de poemas, donde destacan además "El Sol que Estás Mirando", "Canciones para una Sola Cuerda", "De Alba Sombría", "Las Luces del Mundo" y otros más, así como publicaciones en más de diez antologías, revistas y periódicos, dejando a su muerte tres libros sin publicar.
Jesús Gardea falleció el 12 de marzo del 2000, y sobre su obra señala el poeta José Luis Domínguez que "la narrativa breve de este autor resulta ser un verdadero mosaico del discurso matizado fuertemente por una poética de los cinco sentidos. En ella aparecen imágenes inusitadas, como espejismos sobre la arena, sinestesias, comparaciones, personificaciones y símbolos que le otorgan una fuerte carga emotiva, subjetiva, necesaria, a las cosas y a los seres que sirven a la parca escenografía gardeana".
Por su parte, el escritor también deliciense Alfredo Espinosa dice que "Jesús Gardea es el mejor estilista no de Chihuahua sino de México, y está olvidado porque no se llevaba muy bien con los políticos; al igual que yo, tenía un odio muy acendrado contra los políticos, entonces no aceptaba ningún coqueteo por parte de la política y los criticaba, y ahora en su muerte los políticos no lo recuerdan ni lo premian. El Ichicult, por más que yo les digo 'pongan un premio llamado Jesús Gardea' no acepta, y tal vez vamos a esperar unos 5 ó 10 años para que Jesús Gardea se consolide como el literato más importante en toda la vida de Chihuahua".
La tierra de los vencedores del desierto le vio nacer el 2 de julio de 1939 y luego se trasladó a Ciudad Juárez, donde vivió más de 30 años y estudió la carrera de dentista, que dejó para dedicarse por completo a escribir a la edad de 40 años.
Su biografía dice que fue descubierto por el poeta Jaime Labastida en el Encuentro de Escritores en Ciudad Juárez, quien además lo llevó a publicar "Los Viernes de Lautaro" en 1979, en la Editorial Siglo XXI, para seis meses después firmar contrato con la Editorial "Joaquín Mortiz" y publicar el compendio de cuentos "Septiembre y los Otros Días", que obtuvo el Premio "Javier Villaurrutia" 1980.
Cinco años después obtuvo el Premio "José Fuentes Mares" de la UACJ, en su primera edición, aunque el escritor lo rechazó; posteriormente fue nombrado "Hijo Predilecto de la Ciudad" por el Ayuntamiento de Delicias en 1987; fue becario del Sistema Nacional de Creadores de Arte en 1993 y recibió un homenaje nacional organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia en 1998.
Traducida su obra al inglés, francés y polaco, comprende cinco libros de cuentos, doce novelas y un libro de poemas, donde destacan además "El Sol que Estás Mirando", "Canciones para una Sola Cuerda", "De Alba Sombría", "Las Luces del Mundo" y otros más, así como publicaciones en más de diez antologías, revistas y periódicos, dejando a su muerte tres libros sin publicar.
Jesús Gardea falleció el 12 de marzo del 2000, y sobre su obra señala el poeta José Luis Domínguez que "la narrativa breve de este autor resulta ser un verdadero mosaico del discurso matizado fuertemente por una poética de los cinco sentidos. En ella aparecen imágenes inusitadas, como espejismos sobre la arena, sinestesias, comparaciones, personificaciones y símbolos que le otorgan una fuerte carga emotiva, subjetiva, necesaria, a las cosas y a los seres que sirven a la parca escenografía gardeana".
Por su parte, el escritor también deliciense Alfredo Espinosa dice que "Jesús Gardea es el mejor estilista no de Chihuahua sino de México, y está olvidado porque no se llevaba muy bien con los políticos; al igual que yo, tenía un odio muy acendrado contra los políticos, entonces no aceptaba ningún coqueteo por parte de la política y los criticaba, y ahora en su muerte los políticos no lo recuerdan ni lo premian. El Ichicult, por más que yo les digo 'pongan un premio llamado Jesús Gardea' no acepta, y tal vez vamos a esperar unos 5 ó 10 años para que Jesús Gardea se consolide como el literato más importante en toda la vida de Chihuahua".
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