Magnolia Flores |
BALLET INDEPENDIENTE |
El Financiero en líneaLas instalaciones de la Fundación Sebastian fueron el escenario para el homenaje que inició con la proyección de un video biográfico, en el que se dejó ver la vocación artística de la maestra Flores, quien con enorme calidad humana ha sabido mantener en alto la labor del ballet que fundara Raúl Flores Canelo.
En su oportunidad, la subsecretaria del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México, Celina Oseguera Parra, afirmó que "honrar, honra, y esa reflexión nos acerca a la maestra, a lo más íntimo de su condición humana, y a su arte dentro de la cultura y de la danza nacional", y enumeró las bondades de la bailarina.
"Ella busca nuevos públicos para dejar en ellos semillas que germinarán en el gusto por la danza", expuso al comentar que es del tipo de mujeres artistas que este país necesita, "a veces crítica y reflexiva, a veces condescendiente con el mundo".
Celebró su ideario preclaro, sus talleres y cursos en los sitios más variados, y recordó que la labor de Magnolia Flores ha tenido una fuerte y destacada presencia en los Centros de Readaptación Social, a cuyas cárceles ha llevado su arte y coreografías a través de bailarines.
Enseguida vino la presentación de los cuadros coreográficos "Bailemos a Mozart por los ángeles que se han ido", de José Rivera a cargo de La Cebra; "Soñé que me moría", de Gregorio Trejo con Ultimo Tren Danza-Teatro, y "Lejos de aquí", pieza de Juan Ramírez con Onírico Danza-Teatro del Gesto.
Cada una de las obras presentadas destiló talento, maestría estética, como la que la maestra Magnolia Flores ha sabido inculcar a sus varias generaciones de alumnos. Sus jóvenes pupilos mostraron una extraordinaria capacidad para iluminar el escenario y dejar deslumbrados a los espectadores.
Algunos internos de diferentes cárceles escribieron testimonios de gratitud por las visitas del Ballet Independiente a los sitios donde están confinados. Por obvias razones no pudieron estar presentes para leer sus emotivos textos, lo que hicieron actores profesionales.
Una de esas demostraciones de agradecimiento refirió que "cada vez que el Ballet Independiente viene a los centros de confinación humana, desaparecen juzgados, procesos, abogados, celdas, custodios y rejas, y el cielo se abre para que se desplieguen nuestras alas y volemos por el mundo y por el universo".
Al homenaje fue invitado el escritor y cronista mexicano Carlos Monsiváis, sin embargo, por problemas de salud no asistió, pero envió un mensaje a la homenajeada, en el que señala que entre 1940 y 1960 el nacionalismo mexicano disfrutó de un periodo de enorme esplendor.
El mensaje, que fue leído por el director de la Fundación Sebastian, Francisco Calva, agrega que "dentro de ese enorme
esplendor destacó la generación de Magnolia Flores, junto con las hermanas Campobello y el inolvidable Raúl Flores Canelo, entre otros, quienes supieron dar lustre a la danza mexicana".
Por su parte, el escultor Sebastian apuntó que "con evidente pánico escénico, porque mi discurso es a través de la escultura, sólo atino a decir que admiro el talento y vocación inquebrantable de la maestra (Flores), a quien hoy rendimos un justo reconocimiento".
Finalmente, la respetable decana Flores expresó que "la danza muestra en el escenario lo que pasa en la vida real". Con una sonrisa en sus delineados labios, y parafraseando al inolvidable "Samurai de la canción" Pedro Vargas, espetó con voz tímida: "Muy agradecida, muy agradecida y muy agradecida".
El acto concluyó cuando José Angel Dávila Pérez, secretario de Gobierno del Distrito Federal, en representación del regente Marcelo Ebrard, hizo entrega de un reconocimiento consistente en una placa en la que las autoridades capitalina agradecen a la homenajeada. (Con información de Notimex/JOT)

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