El Heraldo de ChihuahuaAl mismo tiempo que se sintió atraído por el positivismo y las ideas de la Asociación Metodófi la, Parra terminó su preparación como médico en 1878 en la Escuela de Medicina, donde tuvo la oportunidad de conocer al poeta Manuel Acuña. Desde antes de terminar su carrera de medicina, Parra se distinguió como un estudiante excepcional: Obtuvo la cátedra de Higiene y Medicina de Urgencia; fue nombrado profesor de Lógica en la Preparatoria, y fue también médico del Hospital Juárez y catedrático de Anatomía y Patología externa en la Escuela de Medicina. Años más tarde fue nombrado director de la Escuela Nacional Preparatoria y de la de Altos Estudios, además fue varias veces electo diputado al Congreso de la Unión, y ya hacia el final de su vida senador de la República.
Participando activamente en numerosas reuniones internacionales de medicina, Porfirio Parra también estuvo presente en el Congreso Pedagógico Nacional, celebrado en México en 1889 y 1890, en el que se declaró laica y gratuita la instrucción primaria, mientras que por sus aportaciones a la cultura y la educación la Academia Mexicana lo eligió miembro de número para ocupar la silla III el 16 de marzo de 1896. Como escritor, Parra fundó las revistas El Método y El Positivismo, y colaboró en periódicos y revistas como La Libertad, la Revista de Instrucción Pública, la Revista de Chihuahua, la Revista Positiva, la Gaceta de México y El Universal, y redactó además la monografía acerca de "La Ciencia en México" para la obra colectiva "México, su Evolución Social y el Nuevo Sistema de Lógica Inductiva y Deductiva". Entusiasmado con temas como la propagación de la vacuna, la invención de la imprenta o la agricultura de la zona tórrida, Porfirio Parra dejó también varios poemas donde sobresale su ingenio en títulos como "El Agua", "A las Matemáticas" y "El Agricultor Mexicano", así como su única novela titulada "Pacotillas", que publicó en 1900 y de la que se llegó a decir en aquella época que iniciaba el filosofar sobre el mexicano actual. Luego de haber sido diputado, senador y presidente de la Comisión Parlamentaria de Instrucción Pública, amén de su oficio de escritor, Porfirio Parra murió en la Ciudad de México el 5 de julio de 1912.

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