
Lo anterior fue señalado por la escritora, con motivo de la presentación del texto en la librería Rosario Castellanos, del Fondo de Cultura Económica, con la participación de Rosa Beltrán, Alberto Ruy Sánchez y María Diana
Grijalva. Refirió Valenzuela que le interesa el tema del misterio del ser y del lenguaje, que van juntos porque somos lo que podemos contar de nosotros mismos, "mis novelas son siempre exploraciones".
Esta novela trata el tema del erotismo, "somos animales eróticos y no sólo en la cuestión sexual, hay placer erótico, sino también en la escritura", recalcó Valenzuela. "La primera etapa de este viaje es en Barcelona, donde se produce el encuentro del argentino, la segunda es en el México esotérico, tal vez porque la autora ama a México y la tercera en Buenos Aires, como una forma de encuentro, de aquello que está buscando, pero que de todos modos no lo encuentra porque está muerto", relató. Consideró asimismo que el público de ahora es mucho más receptivo a este tema que el de hace 35 años, cuando escribió la novela que fue publicada en 1977, momento en el que dijo, era más inaccesible, había miedos por la cuestión política y sólo les interesaba a la gente "muy literaria".
"Ahora, enfatizó, les interesa a los jóvenes, porque están en el momento de duda del yo, quién soy, qué busco", precisó. Se trata de una revisión del volumen, con algunas modificaciones, la primera parte, que son tres páginas que hablan de aspectos políticos, hubo que editarla evitar contratiempos con los militares en Argentina. "Se incluyeron unos epígrafes para justificar el título, "Como en la guerra", no se refiere a la guerra física, sino a la existencia humana, la cual también lo es por los imponderables y por encontrarse a sí mismo", acotó.
El protagonista de "Como en la guerra" se busca en los otros, en el mundo. Buscarse es salir de sí para mirarse desde fuera y regresar a sí; fases de un viaje incesante. Primero, en Barcelona, el protagonista procura entender (entenderse) durante varios encuentros y sesiones seudo psicoanalíticas con una mujer, sesiones a las cuales acude a veces disfrazado de mujer. Travestismo es una forma de acceso al otro, a un yo diferente, pero especular que quizá refleje la identidad deseada. La segunda etapa transcurre en México, es una inmersión en el tiempo del mito, del fluir permanente sin desplazamientos cronológicos y la tercera un Buenos Aires que no pierde la inmediatez de lo real, pero que también se exalta en una vertiginosa alegoría. "El deseo pasa por lugares insospechados, en busca de la identidad de sí mismo, del personaje, que quiere ser muchas personas al mismo tiempo para acceder a una mujer, es como símbolo de aquello inalcanzable", afirmó .
Por último dijo sentirse muy emocionada por la invitación a la FIL de Monterrey. "Es un gran reconocimiento porque van más de 20 personas a hablar de la obra y siento que este tipo de eventos me devuelven la noción de que va en una dirección, ya que este año es el tercero que dedican a una escritora latinoamericana y es para mí, un gran privilegio". (Con información de Notimex/JJJ)
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