COMUNICADO DE PRENSA
MUSEO CASA REDONDA EXPONE “UNIVERSOS FEMENINOS”, LO MEJOR DEL ARTE PICTORICO EN MEXICO.
• Magnífica exposición se inaugura el martes 22 de febrero, 20:30 hrs, Casa Redonda Museo Chihuahuense de Arte Contemporáneo.
La mujer ha sido fiel testigo de sucesos históricos que han influido en la labor pictórica en México, por lo que ha logrado redefinir su rol en la sociedad a través del arte. Ejemplo de esto es la exposición “Universos Femeninos” que presenta el Museo Chihuahuense de Arte Contemporáneo “Casa Redonda” conformada por treinta y ocho obras artísticas creadas por treinta y siete talentosas mujeres que tendrán el privilegio de formar parte de la primera exposición de este recinto cultural en este 2011, con este acervo constitutivo del Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La ceremonia de inauguración se verificará el martes 22 de febrero, a las 20:30 horas, en las instalaciones de este magno recinto cultural.
El Mtro. José Pedro Gaytán Valadez, director del Museo “Casa Redonda”, destaca que el objetivo principal de esta exposición es mostrar todo un conjunto de obras cuyas autoras expresan un sentido de pertenencia a este país, sin importar si han nacido en México o en el extranjero. “La gran mayoría de estas féminas nacieron en México, las extranjeras hicieron de nuestro país su casa. Con inmenso cariño a esta tierra, han colaborado con sus trabajos, con su dedicación, con su sensibilidad a mejorar la vida artística y humanística de México”, mencionó.
Las 38 obras manifiestan una individualidad lograda y las complejas relaciones socioculturales que han sido parte de la trayectoria artística de cada una de sus autoras.
Esta colección se haya integrada por la obra de las pintoras Leonora Carrington, Laura Quintanilla, Magali Lara, Rina Lazo, Rosario Guajardo, Teresa Olabuenaga, Estrella Carmona, Gilda Castillo, Yvonne Domenge, Helen Escobedo, Cristina Garza, Manuela Generali, Cynthia Gómez Cortés, Ilse Gradwohl, Gerda Gruber, Rosario Guillermo, Verónica Huacuja, Marisa Lara, Joy Laville, Rocío Maldonado, Miriam Medrez, Dalia Monroy, Heile Muller, Irma Palacios, Sandra Pani, Ambra Polidori, Maribel Portela, Georgina Quintana, Carla Rippey, Nunik Sauret, Susana Sierra, Patricia Soriano, Paloma Torres, Cordelia Urueta, Emily Winter, Marysole Worner Baz y Mariana Yampolsky.
Leonora Carrington (1917) es una pintora surrealista y escritora mexicana de origen inglés. Su obra ha sido catalogada dentro del movimiento surrealista, pese a que algunos especialistas afirman que Carrington, de un espíritu indomable, creó una corriente propia.
Laura Quintanilla (1960) ha plasmado sus ideales estéticos que se cristalizan con una técnica depurada y expresiva.
Magali Lara (1965) es una de las mujeres más destacadas dentro del arte mexicano de tradición figurativa que plasma en su obra naturalezas en constante cambio.
Rina Lazo nació en 1923 en Guatemala y fue hasta 1954 cuando concluyó su carrera profesional en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Como discípula del muralista Diego Rivera, Rina Lazo se considera, en cierto modo, pionera del muralismo femenino en México.
Rosario Guajardo (1948) usa amplios formatos en donde mezcla diversas técnicas y elementos, tanto en pintura, escultura e instalación, basando su discurso visual en la abstracción como un ejercicio de libertad y como una crónica de la identidad y la memoria.
Teresa Olabuenaga (1958) concibe su trabajo como una mezcla de la búsqueda de un lenguaje personal en la creación artística, la enseñanza del arte y la apreciación artística, así como la experiencia estética volcada hacia el trabajo comercial.
Estrella Carmona (1962) sustenta su trabajo en cuatro vertientes fundamentales: el paisaje industrial, la luminosidad trágica, la obsesión por el futuro y la militarización de la historia. La mecanización y la sistematización de los procesos productivos tienen un carácter deshumanizante, se opone también a la ingeniería bélica; posee una clara actitud crítica posmoderna. En su lenguaje plástico están presentes los elementos arquitectónicos de las obras negras, la maquinaria, imágenes de industrias, de artículos militares, y acciones militares que a todas luces son una invasión.
Gilda Castillo (1955) deja aflorar un retrato de su inconsciente de una manera cruda y transparente. En el ámbito de la plástica, se ubica en ese tipo de artista que vincula la naturaleza y el cuerpo.
Yvonne Domenge (1946) busca con su obra que los seres humanos vean que son parte de la belleza de la creación al ensalzar la belleza de la creación a través de conceptos que involucran al humano a la geometría de la naturaleza.
Cristina Garza (1967) propone una comunicación entre las formas gráficas, el dibujo, en lo que viene siendo la bidimensión, y la escultura, que es la tridimensión.
Manuela Generali nace en 1948 en Lugano, Suiza; estudió la licenciatura en Artes Visuales en la prestigiada Academia de San Carlos de 1979 a 1983. Manuela Generali produce pintura en su taller rodeada, visitada, atenazada por dos fuerzas casi en desuso: la de la incertidumbre elegida por alguien que no pinta bajo un sistema determinado o un discurso determinante, y la del manantial que la pintura va dejando fluir desde los episodios de su historia personal para luego ocultarlo en los cuadros.
Ilse Gradwohl nació en 1943 en Gleisdorf, Austria. Su técnica permite apreciar color en movimiento y suspenso, movimiento suave, envolvente, hecho de ondulaciones con la sola presencia de un rojo oscuro y destellos blancos que afloran de la profundidad del rojo generando una esfera abstracta, el augurio del aire que acentúa la suspensión.
Gerda Gruber nació en 1940 en Bratislava, Eslovaquia. De 1976 a 1986 se desempeñó como maestra de Escultura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Autónoma de México (UNAM) Se trasladó a Mérida, Yucatán en 1988, donde montó un estudio en una casa de piedra de alquiler y enseñó diseño cerámico. La obra de Gerda Gruber nos muestra que la narrativa moderna puede surgir de una “semiotización” de la naturaleza. Para ello la naturaleza tiene que ser el origen, el lugar de encuentros y de la asociación de significados de donde surgen nuevas narrativas.
Irma Palacios (1943) captura al espectador apenas se encuentra frente a ellas, tanto en telas como en dibujos. En sus telas ninguna forma es dominante, ningún color se impone sobre los demás y esto a partir de que Irma Palacios realiza tanto obras en las que se utilizan tonos claros, como otras en las que el negro domina sobre los demás elementos. La luz de la sombra, la cauta sombra de la luminosidad y por igual en todas las obras un excepcional gozo en la pura materia. No hay principio ni fin; hay siempre superficie.
Maribel Portela (1960) muestra una obra simple y misteriosa, cercana y lejana, combinación que emana fuerzas extrañas, incontenibles, llenas de una belleza incapaz de la indiferencia, siempre seductora, siempre humana, muy humana.
Las obras de Georgina Quintana (1956) pueden ser apreciadas como implícitos autorretratos o como segmentos de una autobiografía, pues la materia de su iconografía es su propia subjetividad, abordada con discreto o nulo narcisismo.
Mariana Yampolsky (1925-2002) dejó como legado una obra fotográfica que va más allá de la simple mirada, parte de una profunda observación, conocimiento de su entorno, aprendizaje de los otros, una espera afortunada, una invitación al acto y al momento preciso para disparar la cámara con un profundo respeto de los usos y costumbres del que se encuentra ante la lente. Hay una actitud empática, cercana, pues ella misma prefería pasar horas platicando con los indígenas en sus comunidades, para compenetrarse con sus ideales, labores, sueños o dolencias y poder comunicarlo a través del ojo de la lente.
INFORMES: Instituto Chihuahuense de la Cultura
Casa Redonda Museo Chihuahuense de Arte Contemporáneo
Tel. (614) 414-90-61 ó 414-80-51
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