DISCURSO DEL M.C. JESÚS ENRIQUE SEÁÑEZ SÁENZ POR EL ANIVERSARIO 59° DE LA UACH
Cincuenta y nueve años han transcurrido desde que la creación de una universidad en el Estado de Chihuahua se vio materializada, gracias al ahínco de notables chihuahuenses comprometidos con su tierra.
Mujeres y hombres visionarios que tuvieron la convicción de que sólo en la educación era posible garantizar, de manera sostenible, el progreso de una entidad que a la fecha se ha convertido en referente nacional positivo gracias a sus avances en el ámbito social, económico y cultural.
El cambio, el crecimiento y la consolidación han sido la constante que ha marcado el camino de la Universidad Autónoma de Chihuahua durante todo este tiempo, en el que su actividad ha estado avocada a transformar favorablemente la realidad de todos los que forman parte de su comunidad, convirtiéndose en forjadora de destinos y creadora de sueños.
Definitivamente la historia de Chihuahua no es concebida sin la presencia de esta institución educativa; miles de chihuahuenses han encontrado en sus aulas una oportunidad de alcanzar una mejor calidad de vida y, además, de contribuir al desarrollo de su sociedad.
Sin embargo, como es el deber de toda universidad, la UACH ha sido dinámica y ha caminado a la par de las exigencias de cada momento; hoy no se limita a impartir educación superior, sino que además ha tenido importantes avances en la generación y aplicación del conocimiento, el extensionismo universitario, la difusión de la cultura, el trabajo conjunto con el sector productivo y el impacto positivo en la conformación de una comunidad más cohesionada y armónica a partir de su responsabilidad social.
Nuestra Universidad está más viva que nunca, sus autoridades, académicos, investigadores, empleados y alumnos, trabajamos con un firme compromiso en la consecución de sus objetivos, mismos que están dirigidos a metas claras que la posicionen como una universidad acorde al nuevo siglo.
A la fecha, gozamos de una identidad universitaria inquebrantable, en la que todos nos sentimos realmente parte de la institución, lo que nos mueve a dirigir todos nuestros esfuerzos hacia su engrandecimiento, ya que reconocemos en ella a nuestra casa, en la que encontraremos siempre cobijo para nuestros anhelos.
Son cincuenta y nueve años de satisfacciones, de desafíos, de victorias, de retos; de un punto de referencia compartido entre decenas de generaciones que, sin la Universidad, quizá no tendrían absolutamente nada en común, pero que hoy las une una misma historia, un mismo origen y, por qué no, una misma cuna profesional.
Familias enteras se han formado en sus espacios académicos y han encontrado su sustento en sus espacios laborales, tanto académicos como administrativos, reafirmándose como una universidad de todos, en cuyo pulso se refleja la voluntad colectiva.
Esta es la magia de la Universidad Autónoma de Chihuahua a cincuenta y nueve años de su creación, que estamos seguros son sólo el comienzo de una larga vida colmada de importantes logros; logros que verán la luz en las manos de sus universitarios.
Hoy cerramos un capítulo más de nuestra Alma Mater, iniciándose formalmente a partir de este día uno nuevo que llevará el sello de su aniversario número sesenta, arrancando con mucho ánimo los festejos de una década más, enmarcada en el ¡orgullo de ser UACH!
Enhorabuena y gracias a todos los que han dado sentido y contenido a esta gran Universidad!
En el marco de los festejos, el gobernador César Duarte Jáquez y el rector Jesús Enrique Seáñez hicieron entrega de la Medalla al Mérito Universitario “8 de diciembre" al maestro Antonio Rubio Sagarnaga, quien cuenta con una amplia trayectoria como maestro en la Facultad de Artes y director de la Compañía de Danza Folklórica de la UACH.
Dicha distinción se entrega a los miembros de la comunidad chihuahuense como parte de los Festejos de Aniversario; en esta ocasión, al maestro Rubio Sagarnaga quien fue acreedor por su invaluable entrega durante 48 años como docente y su importante aportación al conocimiento de generaciones de estudiantes.
Antonio Rubio Sagarnaga, proveniente de Ciudad Camargo, es director artístico y maestro fundador de la Compañía de Danza Folklórica de la UACH, la cual festeja este 2013 su 47 aniversario y que ha sido reconocida a nivel nacional e internacional.
En su discurso, el maestro agradeció a las autoridades por la oportunidad de recibir dicha distinción en un día histórico, “…yo fui deportista desde joven, fue eso lo que me ayudó a combinar destrezas y poder sobresalir en el mundo de la danza”.
De esta manera, el tradicional reconocimiento fue otorgado una vez más a un destacado chihuahuense, un gran exponente de la cultura y las artes, ejemplo universitario, "orgullo de ser UACH".
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