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2013-12-08 | 21:58
Ayer fue un día particularmente importante: se celebró el centenario del gobierno del General Francisco Villa y festejaron los 59 años de la fundación de la Universidad Autónoma de Chihuahua, institución que tendrá durante el 2014 una serie de eventos conmemorativos enfocados a su sexagésimo aniversario.
La coincidencia feliz de un viaje en el tiempo entre el Gobernador Villa y la fundación de la UACh se ha plasmado en dos números de LETRAS DE ORO, publicados hoy, un domingo tan especial y significativo en la historia chihuahuense.
Sé que la revista intentó, con la debida anticipación, realizar e incluir entrevistas exclusivas con el Gobernador del Estado y el Rector de la UACh, pero ambas quedaron pendientes por cuestiones de agenda. No obstante, la publicación presenta en su número 3 la colaboración especial del Chihuahuense Distinguido Lic. José Socorro Salcido Gómez y, en el 4, la entrevista con el maestro Enrique Pallares, Coordinador del Comité del LX aniversario de la UACh.
Esta fecha es significativa, pues, porque une dos hechos históricos que tienen a la educación como denominador común: uno de los más altos ideales del Pancho Villa guerrillero y gobernador, y la vocación perenne de la UACh. Igualmente importantes, cada evento merecía una publicación, tal como se hizo y se presenta hoy.
El ideal villista y los empeños de la UACh se actualizan desde una auténtica política de estado implementada por el gobernador César Horacio Duarte Jáquez, donde se vislumbra y mantiene en prospectiva la grandeza de la educación; igualmente, el pasado interpela al presente y al futuro, con la iniciativa del Rector de la UACh, Jesús Enrique Seáñez Sáenz, para que la institución y los chihuahuenses tengamos todo un año de celebraciones, que empiezan con la Ceremonia conmemorativa del 59 aniversario de la fundación de nuestra Alma Mater programada, por cuestiones de agenda, para este martes 10 de diciembre.
VILLA
Hay que celebrar, conmemorar, recordar y reivindicar a un hombre que se reinventara a sí mismo, para dar vida a la leyenda, al mito, al titán, al héroe, al gigante revolucionario, Francisco “Pancho” Villa, ícono internacional de la rebeldía y la mexicanidad, pero también excelso ejemplo de un gobierno comprometido con la justicia social.
Diversas instituciones habían empezado ya la celebración formal – porque ese tipo de acciones tienen que celebrarse – del centenario del gobierno de Villa, que seguramente tendrá muchos otros eventos que fortalezcan la memoria histórica de hechos tan trascendentes. Este año, se ha conmemorado también el noventa aniversario de su cobarde y traicionero asesinato. Igualmente.
Por su parte, el H. Congreso del Estado declaró “Chihuahuense Distinguido” al Lic. José Socorro Salcido Gómez, “Villista de Villistas” en México y el mundo, luego de la 18 edición de la Gran Cabalgata Villista y de las Jornadas Villistas 2013, de las que ha sido, respectivamente, fundador y precursor.
Pocas personas en Chihuahua, en México, en el mundo, pueden preciarse, como el Lic. Salcido, de conocer e impulsar el legado villista.
El Correo del Norte (Tercera época. Año VIII. Num. 24, de Julio del 2013), editado por el Instituto Chihuahuense de la Cultura, ha recordado el centenario del gobierno y el noventa aniversario luctuoso del General Villa, con el siguiente editorial:
“Mucho es lo que se ha escrito y dicho acerca del llamado ‘Centauro del Norte’, el general Francisco Villa, sin embargo, como bien dice el profesor Rubén Beltrán Acosta, director del Archivo Histórico del Municipio de Chihuahua, la mayoría de los textos se inclinan hacia el mito y las leyendas que se han forjado en su entorno, más que en hechos reales.
“Por esto, al cumplirse cien años de la función como gobernador del general Francisco Villa, publicamos un artículo preparado por el profesor Beltrán partiendo de hechos realizados durante su breve, pero muy fructífera, etapa como gobernador del estado de Chihuahua, todo en base a documentos que se encuentran en el Archivo Histórico, en el Diario (sic) Oficial del Estado de Chihuahua, y en la obra del doctor Friedrich Katz, ‘Pancho Villa’, sin duda una de las obras más serias que se han publicado sobre este polémico personaje.
“Por otra parte, este año también se están cumpliendo noventa años de su asesinato vil, por lo que publicamos un estudio del maestro Jesús Vargas Valdés, especialista en villismo, en que analiza de manera meticulosa una serie de factores, algunos un tanto oscuros y muy poco conocidos, con lo que sin duda arroja nueva luz hacia este controvertido tema, la causa que motivó la decisión de terminar con su vida, así como el quién, o quiénes, tomaron tal determinación.”
Al respecto de este tema, hay que mencionar la obra “Luz y sombras en la muerte del General Francisco Villa. Un crimen de Estado”, del Lic. José Socorro Salcido Gómez, fundador del Frente Nacional Villista, A. C., institución que “pretende crear una mística, en pos de un pueblo nacionalista, patriótico, de un pueblo acerado y con un corazón de bronce. Quiere convocar a la juventud para fortalecer su carácter e inculcarle principios e ideales definidos.
“Que la sangre de Francisco Villa y sus hombres, derramada en Parral aquel fatídico 20 de julio de 1923, fecunde y dé por resultado jóvenes enamorados de un ideal, con anhelos de superación, que no teman al esfuerzo y al sacrificio, enseñándoles a enfrentar el dolor, pues... ¿qué acaso el dolor no es el crisol del alma?
“En pos de la verdad histórica, el Lic. Salcido Gómez desentraña misterios en torno a la muerte de Franciso Villa. Sustenta la tesis de que su muerte fue un crimen de Estado, fraguado en las más altas esferas políticas de la época.”
Se trata, pues de una obra relevante de quien ha tenido el afán de dar perfiles propios a la región norte de Durango y Sur de Chihuahua, concebida como la “Cuna Nacional del Villismo”, teniendo como vértice a Parral.
“Al mencionar el nombre de Francisco Villa surge de inmediato la relación con el audaz guerrillero y con el antiguo bandolero y abigeo. Pero pocas ocasiones, o casi nunca, se le relaciona con la acción de gobernar”, dice Eduardo Ávila Gil, en un libro extraordinario donde participan, entre otros, Francisco R. Almada y mi admirado y siempre recordado maestro Armando B. Chávez M.
El autor recuerda que “después del asesinato del Presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez, Villa regresó a México, pues al huir de la prisión militar de Santiago Tlatelolco se refugió en los Estados Unidos, acompañado de sólo ocho hombres que le sirvieron de base para estructurar un poderoso ejército capaz de limpiar de huertistas el Estado de Chihuahua, yendo de triunfo en triunfo.
“En esas condiciones, en el año de 1913 Villa se estableció en la capital del estado más extenso de la república y determinó hacerse cargo del gobierno, tanto civil como militar...”
El citado autor agrega una especie de evaluación: “Cierto es que Villa, como se ha dicho en múltiples ocasiones, era un hombre rústico y carecía de la preparación para gobernar un pueblo, pero no carecía de inteligencia ni de intuición, características que le permitieron rodearse de personas que sí tenían la preparación. Así, nombró secretario general de gobierno a don Silvestre Terrazas, periodista revolucionario y liberal, y hombre probo, e interventor al general Manuel Chao, que había sido maestro de escuela, para que colaboraran con él en la obra que se había echado a cuestas, pero, no obstante su incultura e impreparación, frecuentemente encontraba mejores soluciones que sus colaboradores.”
Al respecto del Gobernador Villa, el maestro Carlos Betancourt Cid, Director de Investigación y Documentación del INEHRM, escribió en el 2010:
“Será hasta que se origine la lucha contra Huerta, facultada por el constitucionalismo expresado en el Plan de Guadalupe, de 26 de marzo de 1913, y con Venustiano Carranza como Primer Jefe del movimiento revolucionario cuando (...) la estrella del otrora forajido duranguense brillará desde responsabilidades gubernamentales.
“Tras la primera parte de la campaña en el norte, que se desarrolló entre marzo y diciembre de 1913, en la cual las fuerzas federales fueron mermadas considerablemente, pero no acabadas en forma definitiva, al frente de su ejército, quien antes se llamaba Doroteo Arango entró triunfante a la ciudad de Chihuahua los primeros días de ese duodécimo mes del año en que murió Madero. En una reunión entre los principales miembros de la División del Norte y avalados por los preceptos del Plan revolucionario que legitimaba la lucha, se decidió otorgar al general Villa el poder militar y administrativo del estado más grande la República.”
Igualmente, Betancourt Cid expone una importante consideración acerca del Villa gobernante: “Pero hay algo más que el combatiente en la percepción de Villa que recogen los historiadores, la imagen que debe quedar implícita siempre que se le rememore: el Villa inerme ante la ambición del poder, pero convencido de conquistar sus anhelos y vivir por ellos. El Villa amigo, protector de los desheredados, el Villa enemigo de matar por matar, el Villa que por instinto sintió la urgencia de encabezar una reforma social que pusiera fin a la miseria, a la explotación y a la injusticia en que se hallaban sus hermanos de patria.”
Y también una evaluación: “Lo indiscutible es que, durante su acción gubernamental en el estado de Chihuahua, dio pruebas de una capacidad inusitada para ejercer las riendas del poder. En el recuento de sus febriles actividades como gobernador revolucionario, queda el ejemplo de lo que pudo haber sido su desempeño frente a la administración nacional. Pero en la historia, el hubiera no existe; empero, en la de nuestra Revolución, resulta irrefutable el éxito de su gestión a favor de los chihuahuenses en ese diciembre de 1913 y primeros días del año que siguió.
“Por tanto, a pesar de ser considerado como un ignorante, incapaz de asumir tales responsabilidades, puede afirmarse, sin temor a equivocarnos, que Francisco Villa sí supo gobernar.”
UACH
En la historia de la Universidad Autónoma de Chihuahua queda, como antecedente relevante, el Instituto Científico y Literario de Chihuahua, fundado el 19 de marzo de 1835 que, con el fin de promover el desarrollo de la cultura en la naciente ciudad de Chihuahua, ofrecía a la comunidad estudios de latinidad y gramática castellana. En su inicio tenía 21 estudiantes, entre los años 1835 y 1900 alrededor de 996 personas recibieron educación en sus aulas.
La demanda de educación en el Estado fue creciendo, de tal manera que muchos alumnos tuvieron que salir de la entidad hacia la Cd. de México para realizar sus estudios y un gran número de ellos se quedaron a radicar en aquella ciudad, por tal motivo el Estado perdió con ello importantes personalidades.
El edificio que ocupaba el Instituto Científico y Literario es el que ahora emplea la Rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh).
A partir de la demanda de la población escolar por espacios amplios y suficientes para educarse, el 8 de diciembre de 1954 el Congreso del Estado, siendo Gobernador del Estado Oscar Soto Máynez, expidió el decreto 171 con el cual se fundó la UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHIHUAHUA (UACh).
En sus primeros años dio servicio a una población escolar que apenas alcanzaba un millar en la matrícula de cada ciclo escolar. Era el tiempo en que la población total de México ascendía a sólo 26 millones de habitantes y en nuestro estado habitaban tres cuartos de millón. En aquel entonces, la matrícula total de Educación Superior en el país la constituían 29 mil estudiantes.
La UACH comenzó con las escuelas de Medicina, Ingeniería, Derecho, Educación Física y Farmacia.
En septiembre de 1956 fué fundada la Escuela de Ganadería, hoy la Facutad de Zootecnia.
La Escuela de Contabilidad y Administración, cuyo precedente fué la Escuela de Agentes de Negocios, fué creada el 3 de diciembre de 1958, como Escuela de Comercio y Administración. Hoy es la Facultad de Contaduría y Administración.
En 1960, se fundó la Biblioteca Central con 2 mil 353 volúmenes. En este mismo año, fué creado el cuarteto de la UACH hasta convertirla hoy en orquesta sinfónica.
En julio de 1963, fué fundada la Escuela de Filosofía, Letras y Periodismo, antecedente de lo que es hoy la Facultad de Filosofía y Letras.
El 22 de julio de 1967, la universidad funda la Escuela de Agronomía. Tiempo después se traslada a Delicias por ser la ciudad agrícola más importante del estado. Hoy es la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales.
En el año de 1968 adquiere su autonomía y se transforma en la UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIHUAHUA.
La Escuela de Administración Pública y Ciencias Políticas, localizada en Ciudad Juárez, nace en 1968. Hoy es la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
En 1974 dió inicio la carrera de Ingeniero Fruticultor, consituyéndose la Escuela Superior de Fruticultura, independizándose de la Escuela de Químicas y se eleva al rango de Facultad en 1985.
Nace con la universidad, el Departamento de Bellas Artes, hoy Instituto. La Escuela de Enfermería y Obstetricia en 1976 eleva su nivel a licenciatura y en poco tiempo se convierte en facultad.
El 12 de mayo de 1978, se inicia la construcción del gimnasio universitario y se inaugura el 2 de octubre de 1980. Obra arquitectónica construída en su totalidad por ingenieros egresados de la UACH.
En 1991, surge la Escuela de Odontología y la Escuela de Economía Internacional ubicada en la ciudad de Hidalgo del Parral, Chih.
El campus universitario 1 tiene una extensión de 25 Has., que originalmente formaban parte de un terreno de 107 Has. que donaron los hermanos Elías al Gobierno del Estado, a fin de que se construyera un parque deportivo y recreativo en memoria de su señora madre, la Sra. Emilia M. de Elías. Esos terrenos ahora son ocupados por la Universidad, la Ciudad Deportiva, el Instituto Tecnológico de Chihuahua, la Escuela Carmen Romano de López Portillo, la Escuela de Educación Especial y la antigua planta de almacenamiento de Pemex.
El Campus 2 y la actual composición de la UACh con todas su facultades, significa la plena realización, la consolidación institucional, con el orgullo de ser UACh.
Así llegan, hoy, el 59 aniversario y la prospectiva de celebrar, durante todo el año, para culminar los festejos con el sexagésimo aniversario.
Por ello se anuncian eventos como: El anuncio formal de inicio de las festividades, rueda de prensa, bienvenida y graduación especial a la generación del aniversario, inauguración de la librería universitaria, cápsulas de la historia en Radio Universidad, la edición de varios libros, la entrega de diversos premios, exposiciones, conciertos, etc., así como la invitación a académicos de prestigio nacional e internacional, la declaratoria de un Doctor Honoris Causa y muchos eventos deportivos, artísticos y académicos, todos enmarcados en la celebración del LX Aniversario de la UACH.
Celebremos, pues, este día y todo el año el Centenario del Gobierno de Villa y las festividades que se proyectan por los sesenta años de la UACH. ¡Hasta siempre!
(Francisco Rodríguez Pérez)
La coincidencia feliz de un viaje en el tiempo entre el Gobernador Villa y la fundación de la UACh se ha plasmado en dos números de LETRAS DE ORO, publicados hoy, un domingo tan especial y significativo en la historia chihuahuense.
Sé que la revista intentó, con la debida anticipación, realizar e incluir entrevistas exclusivas con el Gobernador del Estado y el Rector de la UACh, pero ambas quedaron pendientes por cuestiones de agenda. No obstante, la publicación presenta en su número 3 la colaboración especial del Chihuahuense Distinguido Lic. José Socorro Salcido Gómez y, en el 4, la entrevista con el maestro Enrique Pallares, Coordinador del Comité del LX aniversario de la UACh.
Esta fecha es significativa, pues, porque une dos hechos históricos que tienen a la educación como denominador común: uno de los más altos ideales del Pancho Villa guerrillero y gobernador, y la vocación perenne de la UACh. Igualmente importantes, cada evento merecía una publicación, tal como se hizo y se presenta hoy.
El ideal villista y los empeños de la UACh se actualizan desde una auténtica política de estado implementada por el gobernador César Horacio Duarte Jáquez, donde se vislumbra y mantiene en prospectiva la grandeza de la educación; igualmente, el pasado interpela al presente y al futuro, con la iniciativa del Rector de la UACh, Jesús Enrique Seáñez Sáenz, para que la institución y los chihuahuenses tengamos todo un año de celebraciones, que empiezan con la Ceremonia conmemorativa del 59 aniversario de la fundación de nuestra Alma Mater programada, por cuestiones de agenda, para este martes 10 de diciembre.
VILLA
Hay que celebrar, conmemorar, recordar y reivindicar a un hombre que se reinventara a sí mismo, para dar vida a la leyenda, al mito, al titán, al héroe, al gigante revolucionario, Francisco “Pancho” Villa, ícono internacional de la rebeldía y la mexicanidad, pero también excelso ejemplo de un gobierno comprometido con la justicia social.
Diversas instituciones habían empezado ya la celebración formal – porque ese tipo de acciones tienen que celebrarse – del centenario del gobierno de Villa, que seguramente tendrá muchos otros eventos que fortalezcan la memoria histórica de hechos tan trascendentes. Este año, se ha conmemorado también el noventa aniversario de su cobarde y traicionero asesinato. Igualmente.
Por su parte, el H. Congreso del Estado declaró “Chihuahuense Distinguido” al Lic. José Socorro Salcido Gómez, “Villista de Villistas” en México y el mundo, luego de la 18 edición de la Gran Cabalgata Villista y de las Jornadas Villistas 2013, de las que ha sido, respectivamente, fundador y precursor.
Pocas personas en Chihuahua, en México, en el mundo, pueden preciarse, como el Lic. Salcido, de conocer e impulsar el legado villista.
El Correo del Norte (Tercera época. Año VIII. Num. 24, de Julio del 2013), editado por el Instituto Chihuahuense de la Cultura, ha recordado el centenario del gobierno y el noventa aniversario luctuoso del General Villa, con el siguiente editorial:
“Mucho es lo que se ha escrito y dicho acerca del llamado ‘Centauro del Norte’, el general Francisco Villa, sin embargo, como bien dice el profesor Rubén Beltrán Acosta, director del Archivo Histórico del Municipio de Chihuahua, la mayoría de los textos se inclinan hacia el mito y las leyendas que se han forjado en su entorno, más que en hechos reales.
“Por esto, al cumplirse cien años de la función como gobernador del general Francisco Villa, publicamos un artículo preparado por el profesor Beltrán partiendo de hechos realizados durante su breve, pero muy fructífera, etapa como gobernador del estado de Chihuahua, todo en base a documentos que se encuentran en el Archivo Histórico, en el Diario (sic) Oficial del Estado de Chihuahua, y en la obra del doctor Friedrich Katz, ‘Pancho Villa’, sin duda una de las obras más serias que se han publicado sobre este polémico personaje.
“Por otra parte, este año también se están cumpliendo noventa años de su asesinato vil, por lo que publicamos un estudio del maestro Jesús Vargas Valdés, especialista en villismo, en que analiza de manera meticulosa una serie de factores, algunos un tanto oscuros y muy poco conocidos, con lo que sin duda arroja nueva luz hacia este controvertido tema, la causa que motivó la decisión de terminar con su vida, así como el quién, o quiénes, tomaron tal determinación.”
Al respecto de este tema, hay que mencionar la obra “Luz y sombras en la muerte del General Francisco Villa. Un crimen de Estado”, del Lic. José Socorro Salcido Gómez, fundador del Frente Nacional Villista, A. C., institución que “pretende crear una mística, en pos de un pueblo nacionalista, patriótico, de un pueblo acerado y con un corazón de bronce. Quiere convocar a la juventud para fortalecer su carácter e inculcarle principios e ideales definidos.
“Que la sangre de Francisco Villa y sus hombres, derramada en Parral aquel fatídico 20 de julio de 1923, fecunde y dé por resultado jóvenes enamorados de un ideal, con anhelos de superación, que no teman al esfuerzo y al sacrificio, enseñándoles a enfrentar el dolor, pues... ¿qué acaso el dolor no es el crisol del alma?
“En pos de la verdad histórica, el Lic. Salcido Gómez desentraña misterios en torno a la muerte de Franciso Villa. Sustenta la tesis de que su muerte fue un crimen de Estado, fraguado en las más altas esferas políticas de la época.”
Se trata, pues de una obra relevante de quien ha tenido el afán de dar perfiles propios a la región norte de Durango y Sur de Chihuahua, concebida como la “Cuna Nacional del Villismo”, teniendo como vértice a Parral.
“Al mencionar el nombre de Francisco Villa surge de inmediato la relación con el audaz guerrillero y con el antiguo bandolero y abigeo. Pero pocas ocasiones, o casi nunca, se le relaciona con la acción de gobernar”, dice Eduardo Ávila Gil, en un libro extraordinario donde participan, entre otros, Francisco R. Almada y mi admirado y siempre recordado maestro Armando B. Chávez M.
El autor recuerda que “después del asesinato del Presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez, Villa regresó a México, pues al huir de la prisión militar de Santiago Tlatelolco se refugió en los Estados Unidos, acompañado de sólo ocho hombres que le sirvieron de base para estructurar un poderoso ejército capaz de limpiar de huertistas el Estado de Chihuahua, yendo de triunfo en triunfo.
“En esas condiciones, en el año de 1913 Villa se estableció en la capital del estado más extenso de la república y determinó hacerse cargo del gobierno, tanto civil como militar...”
El citado autor agrega una especie de evaluación: “Cierto es que Villa, como se ha dicho en múltiples ocasiones, era un hombre rústico y carecía de la preparación para gobernar un pueblo, pero no carecía de inteligencia ni de intuición, características que le permitieron rodearse de personas que sí tenían la preparación. Así, nombró secretario general de gobierno a don Silvestre Terrazas, periodista revolucionario y liberal, y hombre probo, e interventor al general Manuel Chao, que había sido maestro de escuela, para que colaboraran con él en la obra que se había echado a cuestas, pero, no obstante su incultura e impreparación, frecuentemente encontraba mejores soluciones que sus colaboradores.”
Al respecto del Gobernador Villa, el maestro Carlos Betancourt Cid, Director de Investigación y Documentación del INEHRM, escribió en el 2010:
“Será hasta que se origine la lucha contra Huerta, facultada por el constitucionalismo expresado en el Plan de Guadalupe, de 26 de marzo de 1913, y con Venustiano Carranza como Primer Jefe del movimiento revolucionario cuando (...) la estrella del otrora forajido duranguense brillará desde responsabilidades gubernamentales.
“Tras la primera parte de la campaña en el norte, que se desarrolló entre marzo y diciembre de 1913, en la cual las fuerzas federales fueron mermadas considerablemente, pero no acabadas en forma definitiva, al frente de su ejército, quien antes se llamaba Doroteo Arango entró triunfante a la ciudad de Chihuahua los primeros días de ese duodécimo mes del año en que murió Madero. En una reunión entre los principales miembros de la División del Norte y avalados por los preceptos del Plan revolucionario que legitimaba la lucha, se decidió otorgar al general Villa el poder militar y administrativo del estado más grande la República.”
Igualmente, Betancourt Cid expone una importante consideración acerca del Villa gobernante: “Pero hay algo más que el combatiente en la percepción de Villa que recogen los historiadores, la imagen que debe quedar implícita siempre que se le rememore: el Villa inerme ante la ambición del poder, pero convencido de conquistar sus anhelos y vivir por ellos. El Villa amigo, protector de los desheredados, el Villa enemigo de matar por matar, el Villa que por instinto sintió la urgencia de encabezar una reforma social que pusiera fin a la miseria, a la explotación y a la injusticia en que se hallaban sus hermanos de patria.”
Y también una evaluación: “Lo indiscutible es que, durante su acción gubernamental en el estado de Chihuahua, dio pruebas de una capacidad inusitada para ejercer las riendas del poder. En el recuento de sus febriles actividades como gobernador revolucionario, queda el ejemplo de lo que pudo haber sido su desempeño frente a la administración nacional. Pero en la historia, el hubiera no existe; empero, en la de nuestra Revolución, resulta irrefutable el éxito de su gestión a favor de los chihuahuenses en ese diciembre de 1913 y primeros días del año que siguió.
“Por tanto, a pesar de ser considerado como un ignorante, incapaz de asumir tales responsabilidades, puede afirmarse, sin temor a equivocarnos, que Francisco Villa sí supo gobernar.”
UACH
En la historia de la Universidad Autónoma de Chihuahua queda, como antecedente relevante, el Instituto Científico y Literario de Chihuahua, fundado el 19 de marzo de 1835 que, con el fin de promover el desarrollo de la cultura en la naciente ciudad de Chihuahua, ofrecía a la comunidad estudios de latinidad y gramática castellana. En su inicio tenía 21 estudiantes, entre los años 1835 y 1900 alrededor de 996 personas recibieron educación en sus aulas.
La demanda de educación en el Estado fue creciendo, de tal manera que muchos alumnos tuvieron que salir de la entidad hacia la Cd. de México para realizar sus estudios y un gran número de ellos se quedaron a radicar en aquella ciudad, por tal motivo el Estado perdió con ello importantes personalidades.
El edificio que ocupaba el Instituto Científico y Literario es el que ahora emplea la Rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh).
A partir de la demanda de la población escolar por espacios amplios y suficientes para educarse, el 8 de diciembre de 1954 el Congreso del Estado, siendo Gobernador del Estado Oscar Soto Máynez, expidió el decreto 171 con el cual se fundó la UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHIHUAHUA (UACh).
En sus primeros años dio servicio a una población escolar que apenas alcanzaba un millar en la matrícula de cada ciclo escolar. Era el tiempo en que la población total de México ascendía a sólo 26 millones de habitantes y en nuestro estado habitaban tres cuartos de millón. En aquel entonces, la matrícula total de Educación Superior en el país la constituían 29 mil estudiantes.
La UACH comenzó con las escuelas de Medicina, Ingeniería, Derecho, Educación Física y Farmacia.
En septiembre de 1956 fué fundada la Escuela de Ganadería, hoy la Facutad de Zootecnia.
La Escuela de Contabilidad y Administración, cuyo precedente fué la Escuela de Agentes de Negocios, fué creada el 3 de diciembre de 1958, como Escuela de Comercio y Administración. Hoy es la Facultad de Contaduría y Administración.
En 1960, se fundó la Biblioteca Central con 2 mil 353 volúmenes. En este mismo año, fué creado el cuarteto de la UACH hasta convertirla hoy en orquesta sinfónica.
En julio de 1963, fué fundada la Escuela de Filosofía, Letras y Periodismo, antecedente de lo que es hoy la Facultad de Filosofía y Letras.
El 22 de julio de 1967, la universidad funda la Escuela de Agronomía. Tiempo después se traslada a Delicias por ser la ciudad agrícola más importante del estado. Hoy es la Facultad de Ciencias Agrícolas y Forestales.
En el año de 1968 adquiere su autonomía y se transforma en la UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIHUAHUA.
La Escuela de Administración Pública y Ciencias Políticas, localizada en Ciudad Juárez, nace en 1968. Hoy es la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
En 1974 dió inicio la carrera de Ingeniero Fruticultor, consituyéndose la Escuela Superior de Fruticultura, independizándose de la Escuela de Químicas y se eleva al rango de Facultad en 1985.
Nace con la universidad, el Departamento de Bellas Artes, hoy Instituto. La Escuela de Enfermería y Obstetricia en 1976 eleva su nivel a licenciatura y en poco tiempo se convierte en facultad.
El 12 de mayo de 1978, se inicia la construcción del gimnasio universitario y se inaugura el 2 de octubre de 1980. Obra arquitectónica construída en su totalidad por ingenieros egresados de la UACH.
En 1991, surge la Escuela de Odontología y la Escuela de Economía Internacional ubicada en la ciudad de Hidalgo del Parral, Chih.
El campus universitario 1 tiene una extensión de 25 Has., que originalmente formaban parte de un terreno de 107 Has. que donaron los hermanos Elías al Gobierno del Estado, a fin de que se construyera un parque deportivo y recreativo en memoria de su señora madre, la Sra. Emilia M. de Elías. Esos terrenos ahora son ocupados por la Universidad, la Ciudad Deportiva, el Instituto Tecnológico de Chihuahua, la Escuela Carmen Romano de López Portillo, la Escuela de Educación Especial y la antigua planta de almacenamiento de Pemex.
El Campus 2 y la actual composición de la UACh con todas su facultades, significa la plena realización, la consolidación institucional, con el orgullo de ser UACh.
Así llegan, hoy, el 59 aniversario y la prospectiva de celebrar, durante todo el año, para culminar los festejos con el sexagésimo aniversario.
Por ello se anuncian eventos como: El anuncio formal de inicio de las festividades, rueda de prensa, bienvenida y graduación especial a la generación del aniversario, inauguración de la librería universitaria, cápsulas de la historia en Radio Universidad, la edición de varios libros, la entrega de diversos premios, exposiciones, conciertos, etc., así como la invitación a académicos de prestigio nacional e internacional, la declaratoria de un Doctor Honoris Causa y muchos eventos deportivos, artísticos y académicos, todos enmarcados en la celebración del LX Aniversario de la UACH.
Celebremos, pues, este día y todo el año el Centenario del Gobierno de Villa y las festividades que se proyectan por los sesenta años de la UACH. ¡Hasta siempre!
(Francisco Rodríguez Pérez)
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