Estimado lector, en esta ocasión le invito a recorrer las calles de Acolman, en el Estado de México, que a partir de este próximo 18 de diciembre estará de fiesta y dará la bienvenida a las diversas creaciones que la imaginación y los deseos provocan en todos sus artesanos para la elaboración de piñatas que estarán exhibiéndose durante la XXVIII Feria de la Piñata 2013.
*Un poco de historia
Según cuentan los historiadores, la piñata tuvo su origen en la bella Italia, durante la época de cuaresma, en donde se acostumbraba a regalar a los trabajadores del campo una olla rellena de obsequios. Con el tiempo esta práctica pasó a España, donde se fijó el primer domingo de cuaresma para "romper la olla", llamado entonces domingo de piñatas.
Algunos especialistas atribuyen el origen de los adornos en las piñatas a los chinos, que en primavera elaboraban una figura bovina, adornada con papeles policromados y rellena de diversas semillas; los colores representaban el vaticinio de las condiciones del año agrícola que se iniciaba. Los chinos golpeaban la piñata con varas hasta romperla, se vaciaban las semillas y el papel se quemaba y los espectadores trataban de obtener un poco de esa ceniza, que se consideraba de buena suerte.
*En Acolman, Estado de México
Fue en este municipio ubicado en el Estado de México, muy cerca de las Pirámides de Teotihuacán, exactamente en el Ex Convento de Acolman, cuando hace más de 400 años la primera piñata apareció tal y como la conocemos, aunque con algunas variantes que se han ido agregando con los años. Las más clásicas son en forma de flores, barcos y estrellas, también las hay de frutas, payasos o personajes de moda.
En la actualidad, la elaboración de las piñatas en México consiste en pegar papel periódico alrededor de la olla y construir el modelo deseado, ya sea con cartoncillo o papel aglutinado, usando engrudo; luego se cubre el armazón con papel de china enroscado, papel crepé y largas tiras de color cuelgan frecuentemente de los extremos de la figura, para permitir un mayor lucimiento del bello trabajo hecho con las manos artesanas.
En tiempos decembrinos, las piñatas se pueden adquirir casi en cualquier mercado, pero la cuna de la piñata en Acolman (a 40 kilómetros al noreste de la Ciudad de México) es sin duda un buen lugar para conseguir una piñata tradicional y a buen precio. Durante la jornada ferial habrá bailes populares y concursos. Aquí participan todas las comunidades para premiar la piñata más grande y original, también se efectúan carreras de caballos, una costumbre que se remonta a los momentos revolucionarios y, por último, se escenifican las famosas posadas, nacidas por cierto, según algunos especialistas en historia, aquí en Acolman.
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