El 16 de noviembre del año 2000, de manera repentina y
“sin pedir permiso”, Alberto Carlos probaba el néctar de la eternidad,
llevándose con él la cosecha de cariño, admiración y respeto sembrada
durante sus 75 años de vida y 50 de artista, en los que entregó siempre
su talento, esfuerzo y amor, al arte y a la cultura de esta tierra que, generosa, le acogiera como su propio hijo.
Hoy, a casi 14 años de la partida del maestro, el talento de Juan Carlos Mendoza,
a través del arte del video, nos acerca nuevamente a Alberto Carlos
para refrescar su imagen en el recuerdo de quienes le conocieron y para
que las nuevas generaciones le conozcan tanto en su dimensión de
artista, como en la de promotor cultural, académico y en suma, de ser
humano.
La invitación es abierta para todas y todos este jueves 31 de julio a las 8:00 de la noche en Casa Chihuahua Centro de Patrimonio Cultural,
donde en mágica y grata coincidencia, se encuentra expuesta su obra en
la muestra "Legado para Chihuahua", compartiendo los muros con su
entrañable amigo Benito Nogueira.
Aquí el promo del documental en video: https://www.facebook.com/photo.php?v=275164182689760
El Heraldo de Chihuahua
12 de junio de 2009
Aunque
no nació en Chihuahua el pintor Alberto Carlos le legó una gran
herencia cultural y artística, dejando su impronta en varios edifi cios
de la ciudad, para admiración de propios y extraños que reconocen en el
creador zacatecano a un hijo adoptivo, a un chihuahuense de gran valía.
Alberto Carlos Díaz nació en Fresnillo el 6 de abril de 1925, pero llegó
a Chihuahua a los 14 años, donde concluyó su educación primaria en la
famosa Escuela Centenario de la colonia Santo Niño, para cuatro años más
tarde trasladarse a la Ciudad de México y comenzar sus estudios de
Artes Plásticas en la Escuela de San Carlos, donde recibe cátedra de los
más destacados maestros de la época. Al concluir decide regresar a
Chihuahua para desarrollar aquí su profesión y talento. En la década de
los cincuenta, una vez instalado en esta capital y con la inquietud por
ofrecer a los jóvenes un lugar donde cultivar el arte de la pintura,
junto con el pintor hidalguense Aarón Piña Mora, también radicado en ese
entonces en Chihuahua, funda y dirige la Escuela Libre de Artes
Plásticas, desde donde ofrece un gran número de exposiciones en la
década siguiente, logrando cautivar al público de todas las edades y de
todas las regiones, tal como ocurrió con el cuadro "Ellos Sabían por
qué", un homenaje a los guerrilleros caídos en Madera, a cuya muestra
acudieron varios contingentes de obreros y campesinos deseosos de
admirarlo y tal vez encontrarse retratados.
En 1968 y durante los
8 años siguientes, asume la dirección del Instituto de Bellas Artes de
la Universidad Autónoma de Chihuahua, y al terminar su gestión retoma su
labor docente e imparte la cátedra de tercer año de pintura en el mismo
instituto, e Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras
hasta 1986, así como diversas clases en la Escuela Técnica Industrial y
Comercial # 100 y en el Instituto Tecnológico de Chihuahua, al que le
dejó incluso el símbolo que hoy le representa : El escudo y la escultura
denominada "El Hombre Nuclear". Aunado a su trabajo como catedrático,
Alberto Carlos se dedica a presentar su obra dentro y fuera del estado,
llegando para él una época de esplendor y reconocimiento, cuando en los
noventa recibe infi nidad de invitaciones a participar en muestras
colectivas junto a jóvenes creadores y artistas consagrados, mientras
que su obra mural se incrementa en varios edifi cios públicos y
privados, como la Catedral de Chihuahua, la Facultad de Derecho, el
Hotel Fiesta Inn y otros más. Fallecido el 16 de noviembre del año 2000 a
los 75 años, por su gran legado a la pintura de Chihuahua, Alberto
Carlos ha sido motivo de homenaje de diversas instituciones, con
muestras de su labor y la presentación del libro "Alberto Carlos. Faro
de Luz en la Pintura de Chihuahua", donde se resume la grandeza y el
valor inigualable de su obra.
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