Sabemos que la alegoría de la caverna de Platón es una enseñanza básica de la filosofía por la que todo estudiante debe pasar.
Si no la entendiste en la preparatoria, aquí va nuevamente de manera sencilla. El mito o la alegoría de la caverna es una metáfora que pretende explicar, entre muchas cosas, la teoría del conocimiento de Platón. Imagina una caverna oscura donde se encuentra un grupo de hombres atados, con la capacidad de ver solamente hacia una pared.
Detrás de ellos hay un pasillo por donde pasan todo tipo de objetos y una fogata, que proyecta las sombras hacia la pared que los hombres ven. Estos hombres aceptarán como objetos verdaderos lo que son sólo sombras, pues no pueden voltear para ver la realidad. Un día, un hombre logra liberarse y sale de la caverna. Al ver todo tipo de objetos en el exterior, logra comprender la "realidad" de las cosas.
Cuando el hombre entra de nuevo a la caverna para avisar a sus compañeros, estos se burlan de él y si intenta desatarlos son capaces incluso de matarlo. Platón considera que existen dos mundos: el mundo sensible y el mundo inteligible. En el mundo sensible o mundo de las cosas sólo existen representaciones, es decir, sombras de las cosas reales. El hombre atado dentro de la caverna, representa al hombre atrapado en este mundo de representaciones. A pesar de que el hombre se encuentra encadenado, su destino es liberarse para poder acceder al mundo inteligible o de las ideas, en donde se encuentran las cosas reales. Este acceso se da poco a poco a través de la educación. Cuanto más conoce el hombre, más se aleja del mundo de las apariencias y se acerca a la verdad. Esta imagen la representa Platón con el hombre que se libera de las cadenas y puede acceder a la verdad, es decir, el filósofo. Sin embargo, los hombres encadenados no quieren percatarse de su vida dentro de la caverna ni de la existencia del mundo real e incluso están dispuestos a matar a quien quiera mostrárselos. Aquí Platón nos recuerda lo que pasó con Sócrates y la cicuta.
La alegoría de la caverna se encuentra llena de simbolismos. Tal vez esta alegoría es la que ha inspirado en la historia del pensamiento el mayor número de interpretaciones. Inclusive, se siguen haciendo conjeturas del mito de la caverna desde nuestros tiempos. ¿Vivimos en un mundo de meras representaciones o buscamos acceder a la verdad? Nos toca a cada uno de nosotros responder a esta pregunta.
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