Un edificio emblemático del Porfiriato, caído en desuso y prácticamente en ruinas, gracias a una ardua labor de restauración se ha transformado en el Centro Cultural Quinta Carolina, un recinto de alto formato que albergará siete espacios culturales diferentes, se trata de la obra de mayor envergadura en cuanto a restauración de patrimonio inmobiliario en Chihuahua realizada durante la última década.
Además contará con un museo de sitio, dedicado a 50 años de la historia de Chihuahua; así como una sala de proyección; salón de usos múltiples; tres aulas de formación cultural; sala de exposiciones temporales, así como un centro de documentación digital y un escenario natural equipado con un templete móvil para ofrecer conciertos, montajes teatrales y actividades de gran aforo.
Gracias al Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados (PAICE) 2014 se obtuvieron 16 millones de pesos, que se adicionaron a la partida inicial de recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación concedida en 2008 y a cuatro gestiones más que en total acumulan una inversión por 63 millones de pesos para lograr la recuperación más importante del patrimonio histórico de Chihuahua, informó Luis Fernando Armendáriz Ledezma, responsable del proyecto de restauración del Centro Cultural Quinta Carolina.
Este recinto, refiere Armendáriz Ledezma, está catalogado como monumento histórico, representa la antigua casa de campo de la familia Terrazas Cuilty, construida a finales del siglo XIX, a la afueras de la ciudad de Chihuahua, uno de los conjuntos arquitectónicos emblemáticos de la época del Porfiriato y del estilo neoclásico.
Su restauración representó un reto arquitectónico, el cual consistió en tres etapas de intervención, la restauración formal, la rehabilitación y reacondicionamiento de espacios para nuevos usos, aplicando el criterio de mínima intervención, consistente en respetar las huellas de la época de construcción del edificio, añadió.
La apuesta fue lograr el enriquecimiento de los espacios entre sí, de esa manera nace la idea de crear un centro de digitalización, ya que en Chihuahua existe un sinnúmero de documentos y fotografías de la época de esplendor de la casa que merecen ser digitalizados, añadió.
Gracias al apoyo del PAICE se adquirió un site, un cerebro digital, mediante el cual se logrará la digitalización de documentos y fotografías, una vez restaurados en los talleres y seminarios de las aulas de formación cultural, a fin de compartirlos con la comunidad a través de dispositivos móviles y/o computadoras, precisó el responsable de la restauración de la Quinta Carolina.
Afirmó que desde ahora la tecnología es una herramienta en la Quinta Carolina para dar atención a investigadores y público en general.
Respecto a los aportes en materia de reactivación económica que vendrán con la puesta en funcionamiento del recinto, Fernando Armendáriz precisó que el país se encuentra ávido de museos y espacios recreativos, por ello el rescate de la Quinta Carolina tiene un alcance nacional, “por supuesto que detonará el turismo cultural que tanta falta le hace al norte de México”.
Apostamos, agregó, a que el centro cultural sea autosuficiente, que pueda albergar eventos de corte cultural, públicos y privados, y ello le permita tener una vida útil y eficaz por largo tiempo.
El relanzamiento del espacio se dará en el marco del 12 Festival Internacional Chihuahua con un concierto musical programado para agosto próximo, precisó.
Con esa reinauguración estarían nuevamente en funcionamiento todos los espacios que integran el Centro, a excepción de museo de sitio, programada para el 2017. Todos los espacios tendrán acceso libre en las diferentes actividades que se lleven a cabo en ellos, concluyó.
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