Muy acertadamente critica los anteriores empalmes de los dos presentes festivales (Festival Internacional Chihuahua “Tierra de Encuentro” de Gobierno del Estado y Festival Internacional de la Ciudad de Chihuahua del Municipio). Y tiene toda la razón al tildar de absurdos los controvertidos empalmes en cuanto a las fechas. Sin embargo comunico a toda la opinión pública que: cuando se gestó este generoso proyecto estaba incluido el municipio de Chihuahua para que se subiera al barco, así como el resto de los 66 municipios que integran este desértico estado de la república mexicana, y viajaran juntos por un bien común, disfrutando y compartiendo de los logros culturales que estaban a punto de detonarse. Pero, nunca falta un arroz negrito en la diversidad de pensamiento. El ex director del Instituto de Cultura Municipal (El Gran Maestro y Golondrino del 2004) cerró todas las posibilidades o probabilidades de negociación y por ende no se pudo concretar realizar un sólo evento de 15 o más días. Considero que muchas veces no son culpables los institutos pero sí sus individuos, seudo administradores, que se ciegan o porque sus diminutas limitaciones intelectuales no les avisan o avizoran de las potencialidades que existen al desarrollar un proyecto nuevo o al explorar nuevas herramientas de desarrollo para la sociedad.
Personalmente, he trabajado para las artes escénicas desde hace más de 25 años y hasta este momento, después de ver pasar directores y directores de ambas instituciones, ninguno como el presente se habían atrevido a tomar el timón y dirigirse hacia delante, a mar abierto, sin importar los grandes peces o los tiburones hambrientos que depredan las turbias y frías aguas de la cultura chihuahuense.
A pesar de las pláticas y negociaciones los del otro barquito decidieron zarpar a la sombra de este gran buque con tal de subirse de manera arbitraria y en calidad de polizontes. Anteriormente el municipio festejaba el 12 de octubre o sea también el aniversario de la fundación de esta Capital, por unos escasos 4 o cinco días, pero nunca sobresalió más alla de los límites de este Distrito Morelos. Pocas veces tomaban en cuenta al talento estatal. Escasas veces acudieron a los artistas creativos locales. Así que este es un tema añejado y vicioso de toda la vida cultural de Chihuahua y no es propio de los multimencionados Festivales. Los tripulantes del otro, al ver la oportunidad agrandaron su mentalidad derrotista y crearon su propio festival.
Ahora resulta que el realizar festivales multitudinarios es, efectivamente, una de las mejores herramientas políticas para mercadear con votos y sus efectos electorales. Esto, cualquier intelectual activo y vigente lo sabe y lo conoce. Pero no el pueblo. Así que ha llegado la hora de desengañarlos y hablarles con la verdad.
Generalmente los teatros de esta ciudad (Paraninfo de la UACH, Foro del Arte, Universitario del Instituto de Bellas Artes de la UACH…), y no sólo el de los Héroes o el de Cámara o de la Ciudad, tienen actividad artística y cultural durante todo el año. Sin embargo casi siempre o más bien siempre están a la mitad o a un cuarto de sus butacas o simplemente tres chícharos (familiares de los actores en escena) sentados disfrutando del talento local, estatal o nacional. Y muchos de ellos son gratuitos o sus entradas no pasan de 50.00 pesos moneda nacional. Entonces... ¿Qué pasa con ese público que se repliega contra las taquillas, que tumba puertas, que grita consignas contra el gobierno en turno, que lanza periodicazos a diestra y siniestra contra los organizadores de festivales o qué pasa con esos seudo intelectuales que de pronto se convierten en críticos de las artes sin asistir a ellas, qué pasa con esa gente que sí tiene dinero y qué sucede con esas personas que no tienen para ir al teatro? ¿Por qué no ocupan, una vez al mes, una butaca y se suman al desarrollo cultural de Chihuahua? ¿Por qué no asisten a una exposición plástica, una vez cada seis meses por lo menos, y se hermanan con las artistas locales?
Quizás esa sea una pequeña razón por la cual a nadie se la ha ocurrido construir un gran teatro para una gran ciudad culta y asidua a las artes. Tal vez por estas tontas razones a nadie se la ha ocurrido levantar una gran plaza artística para albergar a 500,000 mil personas. Recuerden que esta capital ya casi ocupa una población de un millón. Así que, bien puede haber 30 lugares masivos al mismo tiempo ofreciendo espectáculos saturados de gente o viceversa, todos los teatros, galerías, salones y escenarios abiertos al mismo tiempo con actividades artísticas, pueden estar vacíos al mismo tiempo a pesar de que Chihuahua tiene muchos habitantes con y sin dinero.
Este es un gran dilema que los intelectuales deberán estudiar y dilucidar para que los “administradores” y gestores culturales puedan contestar a sus dudas y satisfacer sus necesidades cognoscitivas.
Todos aquellos intelectuales que alguna vez han ocupado un amplio escritorio de gobierno de marca, saben perfectamente que las artes como parte de la cultura, han estado, están y seguirán estando sujetas a un presupuesto financiero y a sus efectos de conveniencia privada. Lo mismo pasa con las bibliotecas, el turismo en fin… quizás ahora que el Instituto Chihuahuense de la Cultura de Gobierno del Estado tiene un presupuesto para desarrollar este Festival también tiene las mirillas del exterior y desde luego tiene a los intelectuales más enfocados hacia el interior, a través del picaporte, de tal suerte que las críticas caen como escasa lluvia sobre las áridas arenas de este Leal, Valiente y Hospitalario Estado de Chihuahua.
Hay que dirigirnos también al público para educarlos y guiarlos por el buen sendero de la convivencia, la honestidad, la tolerancia y la buena educación que tanta falta nos hace en estos tiempos de festín cultural.
¡CUIDADO CON LAS GOTAS DE LLUVIA QUE DERRAMARON EL VASO Y QUE SE SECARON EN EL TRISTE, POLÉMICO, ARDIENTE Y SECO DESIERTO DE CHIHUAHUA!
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