Ninguna de las tres presentaciones trajo una línea de acción, alguna idea redonda, no traían una concepción artística o propuesta cultural. Sus refritos no llegaron ni siquiera a cocinarse como lo mandan las reglas del juego escénico ni las técnicas del teatro sin palabras. No son auténticos, ni innovadores o creativos. Se repite la misma historia de siempre, trucos trillados, fuego y pirotecnia de relleno, la paja es para rellenar colchones, vestuarios simples, música pirata, poca acción escénica. Pero eso sí, muy exigentes en cuanto a los recursos técnicos. Les importa más la forma que el contenido. Llegaron a traer el mejor show de Las Vegas Infantiles, entre entretenimiento y distracción masiva.
Mucho ruido y pocas, muy pocas, nueces.
Shakespeare.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario