15-02-2008.
El restaurador Alberto Rodríguez indicó que los 22 murales, pintados entre 1855 y 1857, están situados en el salón, pasillos, sala de estar, cielos rasos y recámaras de un inmueble del siglo XIX conocido como "La Moreña", en la población de La Barca, que actualmente es la casa de cultura local.
El edificio, construido a mediados del siglo XIX por el coronel Francisco Velarde, "un supermillonario de la época", según lo describió Rodríguez, se cubrió con estos murales por una visita de Maximiliano, quien gobernó México durante la intervención francesa de la segunda mitad del siglo XIX.
Sin embargo, el emperador nunca llegó a verlos a causa de una revuelta indígena.
Los murales muestran escenas costumbristas de la época en las que se puede observar perfectamente la estratificación social de la época colonial en México, con españoles, criollos, mestizos e indígenas en distintas escenas, como un paseo o una procesión.
"Estas pinturas son una pequeña historia de la fusión de dos culturas, sin ganadores ni perdedores" y están basadas en unas litografías del artista mexicano Casimiro Castro, contenidas en el libro "México y sus alrededores", dijo Rodríguez.
El especialista señaló que los murales, pintados al óleo sobre mortero de cal y arena, fueron atribuidos antiguamente a Gerardo Suárez, pero un estudio posterior demostró que no eran suyos, por lo que se va a abrir una investigación histórica para encontrar al verdadero autor o dejarlos como anónimos.
Explicó también que el principal enemigo de estas obras es una capa de sales sobre la pintura surgida por la humedad de la zona en que se encuentra el inmueble, una ciénaga.
Además, los murales sufren las consecuencias de que el edificio haya sido usado desde la década de los cuarenta del siglo pasado como taller mecánico, restaurante y cantina, hasta que en 1967 el Gobierno estatal de Jalisco lo adquirió.
Un equipo de ocho expertos de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lleva restaurado desde 2007 el 30 por ciento del conjunto mural aproximadamente y confía en terminar su obra en septiembre u octubre de este año.
Para ello han aplicado técnicas de limpieza en seco, acuosa y química y están eliminando la alineación de barniz y sales que presentan los murales en su superficie.
"Quien quiera que sea el pintor, tenía una técnica increíble, sabía perfectamente cómo hacer murales y el mortero, es decir, cómo preparar el muro antes de pintar, porque, a pesar de todo, están casi en perfectas condiciones comparados con otros de la misma época", concluyó el restaurador
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