La muestra, abierta al público en el Petit Palais de París desde el 13 de marzo hasta el 8 de junio, es la primera en Francia que recoge de forma tan extensa la "totalidad del proceso de creación" de grabado de Goya, indicaron hoy los organizadores a la prensa.
Asimismo, la exhibición, en la que han colaborado también el Museo de Bellas Artes de París y el Instituto Nacional de Historia del Arte, acoge desde las primeras pruebas de grabado que Goya hizo en 1778 hasta sus casi desconocidas litografías realizadas, la mayor parte, en Francia.
Las influencias de los pintores Rembrandt, Velázquez y Giambattista Tiépolo se encuentran de forma explícita en las primeras obras de Goya, que denotan dos de los grandes temas en los que se centrará el artista: la tradición española y la crueldad humana.
El primer gran apartado de la exposición se llama "Los Caprichos" y consta de una serie de esbozos dedicados a la crítica de aspectos de la sociedad española del momento como la prostitución, el oscurantismo o la superstición.
"Los desastres de la guerra" muestran la crueldad de las escenas de la guerra contra las tropas francesas entre 1810 y 1820 que inspiró los famosos cuadros del pintor "Dos de mayo en la Puerta del Sol" y "Los fusilamientos del 3 de mayo".
"No se sabe si Goya estaba del lado de los españoles o de los franceses, pero sí queda clara la intención del artista de retratar la crueldad de los hechos", indicó uno de los comisarios de la exposición, Simon André-Deconchat.
Entre 1815 y 1816, el pintor grabó secuencias de corridas de toros que conforman la serie "Tauromaquia" con el objetivo de plasmar en sus estampas en blanco y negro la belleza del duelo entre el hombre y el animal y, a la vez, la atrocidad de la muerte en la arena.
"Para él, la serie `Tauromaquia` era una glorificación de España", apuntó André-Deconchat, quien añadió que esta parte de la exposición permite comparar la diferencia entre sus primeros esbozos, algunos inéditos, y el resultado final de la estampa, en la que solía incorporar la técnica de la acuarela.
El significado de "Los Disparates" -realizados entre 1815 y 1824- está todavía por conocer, según los comisarios de la muestra.
Se trata de grabados al estilo de "Los Caprichos", con imágenes absurdas, surrealistas, de terror y de pesadillas que Goya decidió llamar así quizá porque eran fruto de su imaginación.
De ellas, se sabe que no fueron editadas para evitar enfrentamientos con la censura y que quedaron abandonadas durante años en la residencia madrileña de Goya, la Quinta del Sordo, hasta que su hijo las sacó a la luz en 1854.
Cierra la muestra la pequeña colección de litografías grabadas principalmente en Burdeos (suroeste de Francia), donde Goya se instaló a partir de 1824 y realizó sus cuatro estampas más famosas llamadas "Toros de Burdeos".
A diferencia de otros litógrafos, Goya utilizaba un caballete de pintor y no una mesa, cuentan los comisarios.
Los grabados de Goya que se exponen en París inspiraron a muchos artistas de los movimientos posteriores como el romántico, el impresionista o el simbolista, como queda patente en las más de 70 estampas adicionales que completan la exposición.
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