
El Financiero en línea
Ciudad del Vaticano, 23 de diciembre de 2008.-
Ángeles gigantes fabricados por artesanos de México formarán parte del nacimiento a tamaño natural que será inaugurado este 24 de diciembre y adornará la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Se trata de dos estatuas realizadas por el artista tapatío Agustín Parra, que se sumarán otras nueve figuras tradicionales del pesebre: María, José, los Reyes Magos, algunos animales y pastores que completarán la escena.La embajada mexicana ante la Sede Apostólica confirmó que los ángeles forman parte del inventario del Estado Pontificio porque fueron donados por el gobierno de ese país hace un año para la muestra "Navidad Mexicana en El Vaticano". Por la calidad y terminación de las imágenes se decidió utilizarlas nuevamente en el nacimiento gigante cuya tradición cumple 26 años, luego de armarlo por primera vez en 1982 por deseo de Juan Pablo II.
Los seres alados fueron moldeados en fibra de vidrio y su terminación fue a mano; miden un metro 60 centímetros de alto y cuentan con un peso aproximado de 70 kilogramos, el resto de las figuras datan del siglo XVIII y pertenecen a la Basílica de San Andrés del Valle de Roma. En diciembre de 2007, México se convirtió en el primer país no europeo en donar al Vaticano adornos navideños con motivo del 15 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos Estados.
El pesebre de este 2008 en San Pedro reproducirá el nacimiento de Jesús, ubicado bajo una estructura simple de madera excavada en una muralla de una ciudad. La ambientación será enriquecida con la presencia de una torre de ingreso, de un gran portal que hace de fondo a la Natividad, y de humildes casa de campesinos. Todo esto se encuentra en el centro de la Plaza, junto al famoso obelisco romano y a un lado del árbol navideño de 33 metros, donado por la región de la Baja Austria, adornado con más de dos mil esferas además de mil 500 luces.
Este martes 23 de diciembre, empleados papales ultimaban detalles de la escena que aún se encuentra oculta a la vista de turistas y curiosos bajo un telón; pero será inaugurada oficialmente la tarde del 24 de diciembre.
Como es tradición será el mismo Benedicto XVI quien dará luz verdad para la iluminación del nacimiento, al encender una candela desde la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico mientras decenas de fieles seguirán la ceremonia. Esto será unas horas antes de la celebración de la "Misa de gallo", ceremonia de Nochebuena que iniciará en la Basílica de San Pedro, a partir de las 00:00 horas local del 25 de diciembre y durará aproximadamente 120 minutos.
El obispo de Roma rezará ante la imagen del niño en el pesebre gigante la tarde del 31 de diciembre como una de sus últimas apariciones públicas de este año 2008.

Redacción
EL UNIVERSAL.com.mx
El Universal
Ciudad de México
Lunes 17 de septiembre de 2007
Con motivo de los 15 años de las relaciones diplomáticas entre México y El Vaticano, el gobierno de nuestro país
regalará a la Santa Sede adornos navideños, que estarán colocados en la plaza de San Pedro.
El artista que hará estos obsequios es el ebanista Agustín Parra Echaurri, licenciado en Administración de Empresas en la Universidad del Valle de Atemajac de Guadalajara y autodidacta como pintor, escultor, retablista, diseñador y mueblero.
Agustín Parra nació en Tepic, Nayarit, el 8 de abril de 1960 pero su trabajo se desarrolla en Jalisco. Gran parte de sus diseños están hechos en madera de sabino, ayacahuite, nogal, cedro, tzompantle y naranjo, con los que recrea piezas elaboradas a mano inspiradas en el estilo novohispano.
La
página de Internet de Parra menciona que éste tiene 17 años trabajando este estilo, que le han valido los reconocimientos como el galardón Ocho columnas de Oro en 1998; artesano distinguido del Gobierno del estado de Jalisco, gran maestro del Arte Popular por el Fondo Cultural Banamex, entre otros.
Su especialidad es la técnica del estofado, que se utiliza principalmente en la elaboración de imágenes religiosas, ya que imita las bellas telas antiguas brocadas y realzadas.
La obra religiosa de Parra ha sido reconocida con anterioridad por la jerarquía católica ya que durante la cuarta y quinta visita del papa Juan Pablo II (1999 y 2000), fue Agustín Parra quien realizó la decoración y el mobiliario junto con más de 35 piezas.
Países como España y Estados Unidos han albergado algunas de sus exposiciones.
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