Domingo, 30 de enero 2011
Rafael Poch
Berlín Corresponsal
Eichinger murió de un infarto el lunes por la noche, rodeado de sus familiares y amigos, durante una cena celebrada en su casa de la metrópoli californiana. Puede que ahora se evoquen sus oscares y nominaciones, por “Nowhere in Africa”, una película diseñada para el éxito de amplio consumo en Hollywood, pero el mérito de Eichinger fue otro: abordar, como guionista, la complicada y siempre problematizada historia alemana. Lo hizo, sobre todo, en dos películas delicadas. Y salió bien librado.
Con “El Hundimiento” (2004) se metió nada menos que en la humanización de Hitler, en los últimos momentos de la batalla de Berlín, con el caudillo encerrado en su bunker. Allí estuvo ayudado por la estelar interpretación de Bruno Ganz. Con “Der Baader-Meinhof Komplex” (2008) ofreció un retrato del duro bandidismo político armado alemán de los setenta, una modalidad particularmente dogmática en la serie europea de entonces, también ayudado por la plana mayor de los mejores actores y actrices germanos del momento: prácticamente no faltaba ninguno. Ambas películas fueron necesariamente polémicas, porque removieron la memoria nacional, pero, en general, convencieron, superando la prueba del complicado terreno en el que se movían.
Eichinger se graduó en la Academia de Cine y televisión de Munich en 1973. En 1977, fundó en aquella misma ciudad la productora-distribuidora Constantin Film, y se estrenó como director con una película social sobre los niños drogadictos de la estación Zoo de Berlín Oeste, lugar que entonces era un foco de marginales.
En unos años Eichinger llevó a su pequeña productora a posiciones muy destacadas en la industria global. Con “la Historia Interminable”, que le valió algunos problemas y pleitos con el escritor Michael Ende, produjo en 1984 la película más cara jamás realizada fuera de Estados Unidos. En 2001 dejó la dirección de esa empresa, pero continuó trabajando para ella como productor. Le costó veinte años convencer a Patrick Suskind para llevar al cine, en 2006, su novela “El Perfume”. Mucho antes había adaptado cinematográficamente otras novelas de gran éxito como, en 1986, “El nombre de la Rosa” de Umberto Eco, magistralmente dirigida por el francés Jean-Jacques Annaud, y “La Casa de los espíritus” de Isabel Allende. Ahora estaba trabajando en el guión de una película sobre Natalia Kampusch, la joven austriaca que se pasó ocho años encerrada en un sótano por su secuestrador. Estaba pensando en llevar al cine Los Nibelungos....
“Ha sido el cineasta mas exitoso de Alemania”, “el motor del cine alemán”, ha dicho el Ministro de Cultura, Bernd Neumann. “Como tantos otros amigos del cine me ha entristecido mucho enterarme de la muerte de Bernd Eichinger, con quien nuestro cine pierde no sólo a su productor más exitoso de las últimas décadas, sino también a su sueños e impulsos”, ha dicho la Canciller Angela Merkel.
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