Vamos a recibir estas constancias de acreditación en una coyuntura histórica en la que cobran actualidad urgente los planteamientos de la UNESCO respecto al crecimiento de las naciones, concebido frecuentemente en términos cuantitativos, sin tomar en cuenta su necesaria dimensión cualitativa, es decir, la satisfacción de las aspiraciones espirituales y culturales del hombre.
Las recibimos cuando, aunque sea en el papel y en declaraciones y documentos, se establece que el acceso a la cultura y el disfrute de las artes, es un derecho humano igual que el derecho a la salud y el bienestar económico.
Se acreditan tres de nuestras licenciaturas, como programas de calidad, en un momento en el que todos hablan de la importancia de las artes y de la educación artística, para resarcir el tejido social, roto, dañado, por la espiral de violencia que se alimenta y crece con las atrocidades que ella misma genera y devalúa la vida humana. Contribuir a revertir estas nefastas condiciones, es un retos que asumimos, pero que demanda acciones de parte de las autoridades, sobre todo con empleos para la juventud y en especial para los egresados de las carreras artísticas, costosas si para la universidad, pera más para los jóvenes y sus familias, consecuentes con una vocación todavía incomprendida.
Recibiremos estas acreditaciones con la convicción de que la mejor inversión que debe hacerse en esto momentos es en la educación y en la educación artística en particular. Quien espere resultados inmediatos medibles en pesos y centavos, no ha entendido aún la importancia que tienen los bienes intangibles en la cohesión de las sociedades y los pueblos.
Agradezco con sinceridad el trabajo de nuestros docentes y nuestros estudiantes, los verdaderos protagonistas del logro qu8eahora obtenes y se hace patente en estas acreditaciones.
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Dr. Alejandro Chávez Guerrero, Director Académico de la UACh.
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