Asistieron a este magno evento el Director del ICHICULT, Arq. Fermín Gutiérrez Galindo, el Director de Umbral, Creando comunidad A.C. Antropólogo Jorge Carrera, así como el secretario de esta asociación civil, Antropólogo Raúl Alfaro y el Director de la Facultad de Filosofía y Letras, Maestro Luis Alberto Fierro.
Jorge Humberto Chávez presentó una obra surgida de profundos y poderosos sentimientos, pero forjada sobre un esqueleto de investigación, de selección de los versos más adecuados para narrar una historia personal, a través de la historia de una ciudad que ya no lo es y un país en descomposición, hilvanado todo por los recuerdos de tiempos pasados, que entrelazan dolores propios y ajenos. Para ello necesitó tomar distancia, una perspectiva emocional, una salida de la cotidianeidad asesina.
La obra nace en 2011, cuando el poeta juarense se desplaza a San Luis Potosí por trabajo, a raíz de una nota que escribió en enero de ese año sobre el desastre social que vivíaCiudad Juárez bajo el gobierno de Felipe Calderón “la violencia se convirtió en algo inaudito y cotidiano”, cuando los asesinatos iniciaron en restaurantes de la periferia, invadiendo paulatinamente espacios en el centro de la ciudad, provocando que la ciudad quedara poco a poco despoblada “más de 200.000 personas se marcharon de Juárez”,explicó el poeta.
El proceso para la búsqueda de ese verso apropiado para contar la historia llevó seis meses de trabajo con un único objetivo “lo escribí para ganar el premio de Aguascalientes”. Tras la encontrar el verso que buscaba, Jorge Humberto Chávez tardó cuatro meses en escribirlo “lo terminé un día antes del cierre del plazo para el concurso de Aguascalientes”.
El poeta reflexionó sobre la autocrítica, la recuperación de trabajos antiguos para nuevos poemarios, de echar la vista atrás para utilizar todo lo realizado, concluyendo que el uso de ese material “era caer en la hueva” ya que consideró que “cuando un escritor se enamora de su poesía está muerto”, optando por la necesidad de “buscar una cosa nueva”.
Se congratuló por este libro, con un galardón que lo devolvió 30 años atrás, cuando con 21 años optó a este mismo premio, obteniendo una mención. Ese mismo año, “el jurado más importante que se haya reunido en México” le otorgó un premio en Colima.
Para Jorge Humberto Chávez este galardón representa que la poesía de Juárez y deChihuahua se diluye por igual con la mejor poesía hispanoamericana.
La publicación de “Te diría que fuéramos al Río Bravo a llorar pero debes saber que ya no hay río ni llanto” es un hecho de especial singularidad, dados los antecedentes que de no ha publicado ninguno de los libros con los que ha ganado premios con anterioridad, porque tras la revisión de sus obras finalmente consideraba que no tenían la calidad suficiente “me parecían chafas”, o que le llevó a negarse a la publicación de los libros galardonados.
Blas García Flores
Destacó que Jorge Humberto Chávez es el primer chihuahuense en ganar el premio con mayor prestigio de la república, además de haber obtenido en 1981 el Premio Nacional de Poesía de Colima.
Señaló que se trata de uno de los autores surgidos en los 80 de un taller literario, lleno de nombres ilustres, por lo que el premio significa un reconocimiento a todos estos autores juarenses.
Sobre el texto, este aborda un tema difícil, Crónicas sobre la violencia, la tragedia y el miedo en una ciudad en estado de guerra, con la poesía en medio de todo esto. Una poesía semejante a nuestro desierto, seco, directo, que distingue esta de entre sus anteriores obras.
A juicio de García Flores, el poemario muestra una galería de personajes cercanos, otros lejanos, famosos, y por encima de todos 15 mil muertos por la violencia, así como el padre del autor, Baltasar Chávez. Poemas de una ciudad que ya no lo es, de un poeta que ya no existe, en los versos de la descomposición.
Esta obra es única, afrontando la violencia desde la perspectiva de un juarense, que se pregunta ¿Qué tanto se ha recuperado la ciudad?.
Ramón Gerónimo Olvera
El Maestro Ramón Olvera enmarcó el poemario en la tradición del road trip, un paseo por el mundo sin salir de si mismo. A su criterio, la obra presenta una incesante conversación, llena de referencias a la cultura popular, retazos históricos, íconos comoCharles Manson o Neil Amstrong, descritos con la flor del cempasúchil y el cuchillo en las manos.
Para el Maestro Olvera, Jorge Humberto Chávez carga consigo a Kavafis, mientras la aritmética es una herida abierta en su poesía, mientras lo calificó como poeta de las carreteras.
Raúl Sánchez Trillo
El Director de la Facultad de Artes de la UACH señaló en su intervención como se pueden encontrar poetas mexicanos en el panorama que abundan en su vida interior a la hora de concebir su obra, mientras existe la vertiente de la cotidianeidad, la denuncia social, el enojo, donde el autor se muestra más cómodo, en sí mismo, su mitología y sus obsesiones.
De ahí surge una caja de herramientas personificada, que según el Maestro Sánchez Trillo, no se fundamenta en ser la imagen estética, permitiéndole plasmar en la primera parte del libro la violencia de Ciudad Juárez, intercalándola este escenario violento con su niñez. Una violencia no abstracta, sino una realidad con nombres y apellidos.
Transita otras fases un universo vivencial y amoroso del autor, así como un escenario que tiene como principales protagonistas los paisajes de Texas, Colorado y el desierto deChihuahua, en una road movie con vida interior.
Para Sánchez Trillo, Jorge Humberto Chávez crea imágenes sólidas, mientras en la parte lírica del libro se rompen los versos, señalando que la parte final del libro existe un declive, como la agonía, que nos lleva al final, al fin del mundo.
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